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Oltra, Espuch, Echávarri, Bravo, Alcaraz, Giraldo, Bellido, Tirado y Barcala, ayer, en el Mercado.
El Consell «trabaja» para que Ikea se instale en una zona de Alicante que no sea Rabasa

El Consell «trabaja» para que Ikea se instale en una zona de Alicante que no sea Rabasa

La vicepresidenta Mónica Oltra recuerda a la multinacional sueca que «la ciudad es muy grande», Pavón le pide que retire la ATE y el alcalde niega que la apoye con cambios

Bernat Sirvent

Domingo, 29 de mayo 2016, 01:03

El más que manifiesto interés de la multinacional del mueble Ikea por abandonar definitivamente su proyecto de instalación en Alicante no pasó ayer por alto ni para la Administración autonómica ni para la municipal. En ambos casos, abogan abiertamente porque Ikea monte una tienda y genere empleo, consumo y riqueza en la capital alicantina. Después de casi una década de obstáculos administrativos, urbanísticos y judiciales, la posible marcha de Ikea ha forzado una cumbre urgente la próxima semana entre el coordinador de Alicante Avanza y director general de la compañía Espacio, José Antonio Fernández Gallar, y los representantes de la firma sueca en España, como avanzó ayer este diario.

Al ser preguntada tras finalizar el acto en homenaje a las víctimas del bombardeo del Mercado Central, la vicepresidenta Mónica Oltra se manifestó de modo contundente a favor de que Ikea invierta en Alicante. «El Consell está trabajando para que Ikea sea una realidad en Alicante y busca las vías legales que lo hagan posible y que se desvincule del proyecto anterior, plagado de problemas judiciales porque no estaba bien hecho, por lo que este nuevo Consell está buscando las soluciones técnicas más adecuadas y tratando de negociar con el paquete empresarial del ATE (en alusión a Alicante Avanza, participada por el constructor Enrique Ortiz) y cambiarla por otra fórmula para que Ikea esté en Alicante pero sin problemas judiciales que lleva aparejados, sobre todo por la vinculación con las empresas de Ortiz, obviamente».

Oltra dejó meridianamente claro que «nadie puede dudar de que el Consell quiere que Ikea se instale en Alicante». Y sentenció en alusión a su emplazamiento actual: «Una cosa es Ikea y otra los problemas con la Justicia de otros personajes, aunque hay que tener en cuenta que Alicante es más grande que Rabasa».

La posible huida definitiva de Ikea también concitó el interés del vicealcalde y edil de Urbanismo, Miguel Ánel Pavón, quien reiteró la necesidad de que Alicante Avanza retire y desista de la actual ATE y abogue por una nueva fórmula administrativa y por una nueva ubicación. Sigue sin desvelar cuáles serán, en su opinión, las idóneas y recalca, como Oltra, que «nosotros queremos que Ikea instale una tienda de muebles en Alicante», no se sabe muy bien si refiriéndose con el plural a todo el equipo de gobierno tripartito o a su formación Guanyar.

«Lesiva para todos»

«Entendemos que hace mucho tiempo que Ikea debería haberse desvinculado de ese proyecto, porque esa ATE es lesiva para la ciudad, para el pequeño comercio y para la protección de espacios de interés natural como las lagunas de Rabasa, lesiva, en suma, para los intereses generales de la ciudad», reflexionó el vicealcalde, para quien «Ikea podía tener abierta ya la tienda en Alicante si se hubiera desvinculado hace tiempo de esa ATE de Alicante Avanza, que es una figura que sucede en el tiempo al plan Rabasa, que hasta que no haya una decisión definitiva de la Audiencia Provincial confirmando o no el archivo de la pieza del 'caso Brugal' del presunto amaño del plan Rabasa sigue estando bajo sospecha por presunta corrupción urbanística», añadió. Concluyó con que «queremos» de Ikea se instale sin perjudicar al pequeño comercio y de proximidad de Alicante y favoreciendo al conjunto del tejido comercial de la ciudad.

Pavón ni mucho menos respaldó, siquiera tácitamente, el anuncio de Alicante Avanza, a través de su portavoz y nuevo coordinador José Antonio Fernández Gallar, de reducción a la mitad del centro anexo a Ikea en Rabasa con un profundo modificado de la ATE y con la introducción de medianas superficies y no un hipermercado con muchas tiendas alrededor, tal y como se solicitó ayer por la empresa participada por Ortiz ante el Ayuntamiento y la Generalitat Valenciana.

Mucho menos aludió al respaldo que el alcalde Gabriel Echávarri ha dado a esa considerable reducción del centro anexo en una llamada que hizo personalmente hace dos días a Fernández Gallar, según la versión de éste y publicada ayer en este diario. El alcalde, que tuvo que marchar antes de acabar el acto en el Mercado Central al tener que oficiar una boda civil en el Ayuntamiento, apenas sí tuvo tiempo de atender a este medio. Suficiente, no obstante, para desmentir su llamada a Fernández Gallar. «Yo no he hablado con ese señor, es radicalmente falso», sentenció segundos antes de montar en el coche oficial y después de afirmar que esperará al resultado de la cumbre que la empresa de Ortiz Alicante Avanza ha solicitado de urgencia para los próximos días a los directivos de Ikea en España para disuadirles de resolver el contrato y de su ahora más que nunca posible huida, tal y como informó ayer este diario. Tampoco está de acuerdo con la ATE modificada el portavoz del Gobierno municipal, Natxo Bellido, que acompañó en todo momento a la vicepresidenta y líder de Compromís, también dejó clara su postura favorable a la tienda de la multinacional, pero no en Rabasa.

El desarrollo del macrocentro, sin embargo, lo tiene cada vez más difícil en Rabasa desde el punto de vista político y administrativo. El próximo 10 de junio entrará en vigor el catálogo de bienes y espacios protegidos de la ciudad de Alicante, el primero de la historia y que incluirá las balsas de agua de este barrio del norte de Alicante, junto a la autovía, lo que dejará prácticamente obsoleto cualquier proyecto que prevea una superficie comercial anexa en la zona, según explicó ayer Pavón.

Solo quedaría, como mucho, una parcela entre la autovía y el cuartel del Ministerio de Defensa para la gran tienda, si la aprueba el Consell, cosa bastante improbable después de escuchar, ayer, a la vicepresidenta Oltra. El PP también se refirió ayer a este catálogo. «El tripartito está haciendo lo posible y lo imposible para que la multinacional IKEA no tengan ninguna opción de instalarse», dijo Barcala, el cual no aludió al riesgo cierto de huida relatado por este diario. En juego, 500 empleos.

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