Educación quita dos aulas a un concertado con casi 400 solicitudes de nuevo ingreso

Un grupo de padres se presentó el jueves en la sede de Educación para protestar contra el recorte de aulas que ha sufrido el colegio Inmaculada Jesuitas de Alicante. El acto, organizado por el APA, la asociación de antiguos alumnos y Concapa Alicante consistió en registrar decenas de escritos denunciando la situación. También solicitaron una entrevista con algún responsable para pedir una explicación.

Al colegio le correspondía la concertación de dos aulas de cinco años (último de Infantil) que debían incluirse en este régimen por el crecimiento vegetativo del alumnado. Inicialmente se les denegó, por lo que mientras se hacían gestiones con la conselleria continuaron preparando la admisión, ofertando todas las vacantes de sus cuatro aulas de tres años (100 puestos, a 25 por unidad). Este dato se notificó a la comisión de escolarización municipal, órgano colegiado que se constituye a instancias de la conselleria, cuando se le solicitó. Sin embargo, en los escritos presentados ayer se dice que una vez terminado el periodo de presentación de solicitudes (es decir, con la admisión en proceso), «la conselleria ha reducido a la mitad la oferta publicada, dejando sólo 50 plazas (dos aulas) en tres años». En el centro tuvieron constancia de la situación a través del programa de gestión Ítaca, que sólo les reconocía dos. En cambio sí se les permitía el concierto para las unidades de cinco años. Es decir, fue una especie de permuta que ha provocado que los padres eligieran contando con una oferta inicial que se ha reducido a la mitad. Además, el centro ha recibido 387 solicitudes de admisión en tres años contando todas las opciones (118 en la primera). Hay que recordar que la última sentencia del Supremo sobre la materia dice que mientras exista demanda social y se alcancen las ratios mínimas contando los nuevos ingresos no se pueden suprimir aulas.

Una de las madres, Loreto, explicaba que su hijo habría entrado de mantenerse las cien plazas, pero ha acabado en un centro público. «No digo que quiten a la pública, pero que no nos recorten derechos. Estamos luchando por lo más importante, nuestros hijos», añadió. Lo mismo le pasó a Elena, que con lágrimas en los ojos lamentaba que el colegio que le ha tocado «no era lo que quería». Para Javier «es indignante que se machaque el derecho de los padres», mientras que el presidente del APA, Eloy Sentana, pidió «respeto para quienes quieren una educación distinta de la pública».

En los escritos se pide la restitución de las plazas suprimidas (volviendo a las cien iniciales en arreglo a la oferta publicada por la comisión de escolarización municipal) o de lo contrario que se declare nulo el proceso de presentación de solicitudes en Alicante, repitiéndose de nuevo. El grupo de padres fue recibido por miembros del gabinete del conseller, que se comprometieron a estudiar el caso denunciado.