Borrar
Listado completo de los premios de las Fallas 2025
Un jornalero recolecta albaricoques en la finca de La Torre. :: r. b.
De urbanización a explotación agrícola

De urbanización a explotación agrícola

La finca La Torre, en Sax, da sus primeros frutos tras escapar de la voracidad del ladrillo

RAMÓN BERNABEU

Domingo, 12 de junio 2016, 01:07

La Torre ha dado sus primeros frutos. Miles de árboles plantados en esta finca a lo largo de estos últimos tres años, se han visto teñidos estos días del color rojo de la cereza y del ocre del albaricoque. Pese a que la cosecha de este año ha sido meramente testimonial, algunos alicantinos han tenido ya el privilegio de degustar las primeras cerezas de esta explotación al haber sido servidas dentro de la carta de varios restaurantes de prestigio de Alicante.

La particularidad de esta conocida finca de Sax es que ha sido de las pocas que ha logrado escapar a la voracidad del ladrillo. Y no porque no haya estado incluida, en más de una ocasión, dentro de ambiciosos y especulativos planes urbanísticos. Sin ir más lejos, hace apenas un lustro, una mercantil inmobiliaria proyectó levantar cientos de chalés en este paraje. Por no mencionar el frustrado intento de construir un campo de golf allá por los años 90.

Al final, el hormigón ha quedado fuera de los planes de futuro de esta finca que posee un gran valor tanto ecológico, paisajístico, patrimonial e, incluso, confesional para los sajeños.

La primera cosecha de albaricoque ha llegado a alcanzar las 30 toneladas. Aunque, eso sí, solo los 3.000 primeros kilos han resultado rentables para el productor, al haber podido colocarlos en el mercado internacional donde «se paga a muy buen precio la fruta más temprana», según comenta a pie de finca, el gerente de Agrodisa, José Antonio Martínez.

Y es que ni la cercanía de una ermita erigida a San Pancracio, ni siquiera el hecho de ser novel, ha librado a esta explotación de padecer los efectos del pedrisco. Tanto que una importante cantidad de albaricoque se ha 'picado' a causa del granizo, privando a los cosecheros de poder ofertar esta fruta en el mercado destinado a las grandes superficies. No obstante, Martínez se muestra satisfecho y optimista con el futuro de esta explotación ubicada en un paraje privilegiado del término de Sax, pegado a los lindes con Biar y Castalla. Así, para la próxima campaña Agrodisa prevé tener ya a pleno rendimiento tanto los 21.000 cerezos como los 14.000 albaricoqueros plantados a lo largo y ancho de las casi 50 hectáreas de tierra, arrendadas durante los próximos 25 años por esta mercantil afincada en Villena.

Pero el principal reto de este ingeniero agrónomo no es, ni mucho menos, sacar adelante una excelente cosecha. «El proceso de producción lo conozco muy bien, la tierra de cultivo es la adecuada y disponemos de mucha cantidad de agua y de muy buena calidad», señala Martínez. Lo más complicado es «introducirse en una buena red de comercialización de los productos», advierte el gerente de Agrodisa.

Y es que la producción de la marca 'La Torre Stone Fruits' va destinada primordialmente a abastecer a países europeos como Inglaterra, Francia o Alemania, «donde los consumidores son muy exigentes y quieren la fruta de calidad superior», según señala Martínez. Sin embargo, el dueño de Agrodisa no alberga temor alguno en lograr la calidades cinco estrellas en sus productos, porque «disponemos de las mejores condiciones que nos ofrece el lugar, climáticas, tierra, agua y además cuidamos con mimo cada uno de los pasos en el proceso de producción».

Lo que sí espera como agua de mayo es que la administración les conceda por fin la Denominación de Origen 'Cereza de la Montaña', un sello de enorme prestigio dentro del sector que ayudaría, sin duda, a catapultar la distribución y venta de la fruta cosechada en La Torre.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias De urbanización a explotación agrícola