El jefe del Consell no descarta el agua desalada

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ve «un camino que hay que explorar» en la compra de agua desalada para paliar el déficit hídrico de la provincia, siempre que el Gobierno subvencione una parte y salga a un coste razonable.

«El señor Rajoy dijo hace pocos meses que iba a subvencionar el agua desalinizada en Murcia. Si esa es una posibilidad, que no estaba contemplada en las directivas europeas, pero si se admite, se abre un camino que hay que explorar», indicó ayer en Alicante. Reclamó «jugar con todas las cartas encima de la mesa y con claridad».

Con todo, preguntado sobre cómo llevar agua de calidad al sur de la Comunitat, Puig insistió en la necesidad de ejecutar las obras del postrasvase del Júcar al Vinalopó y, en concreto, pidió al Gobierno de España que adecúe la balsa de San Diego para poder distribuir el agua. «Pensamos que el trasvase será un aporte importante, será agua de calidad y va a ayudar a mejorar la productividad de nuestras comarcas», afirmó. La Generalitat está dispuesta a «aportar su parte» para finalizar la cuestión, pero reclamó el establecimiento de un calendario y un compromiso «cierto» de todas las administraciones.

Por su parte, sobre el Trasvase Tajo-Segura, también recordó que la Generalitat «en cualquier recurso que se interponga» estará personada aun sin querer «una reedición de la guerra del agua, pero vamos a defender absolutamente lo que es un derecho de los regantes de la Vega Baja y de Alicante, en su conjunto».