Puig vaticina un «verano difícil» y anuncia mano dura para los posibles pirómanos

El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, auguró ayer que a la Comunitat Valenciana le espera un «verano difícil y complicado» por lo que asegura que desde el Consell «se actuará con la máxima dureza a su alcance para atajar los incendios provocados, que representan una lacra enorme para la sociedad. «Es el patrimonio de todos el que se está poniendo en peligro», advierte.

El 'president' fue preguntado por los medios por los incendios que afectan a las zonas de Bolbaite, Carcaixent, Terrateig y Benifairó de les Valls. Puig confió en que «a lo largo del día se puedieran dar buenas noticias», pero instó a ser «absolutamente serios y rigurosos y aceptar que este año va ser muy complicado». Por ello, apuntó, «todos tenemos que ser conscientes de que no se pueden hacer quemas en el campo, está prohibido también el fuego desde el punto de vista del ocio y hay que tener una absoluta prudencia». «Ante esta situación de sequía, en la que el combustible está en todos nuestros bosques, hemos de reiterar que la prevención es lo más importante», sentenció.

El jefe del ejecutivo autonómico agradece la labor de «las más 1.000 personas que entre ayer y hoy están trabajando en la extinción de los incendios y los casi 40 operativos aéreos».

Sin material para agentes

Por su parte, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) alerta de un posible «verano muy duro» para los montes valencianos por la falta de recursos materiales y personales que han convertido «en totalmente precaria la labor de prevención y detección de los agentes medioambientales».Para el sindicato, los actuales incendios «pueden ser solo la punta del iceberg», según han indicado en un comunicado, en el que piden asimismo una reunión urgente con el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Alvaro. Lamenta que los alrededor de 280 agentes medioambientales trabajen con vehículos «obsoletos».