Ruido, sobre todo ruido

Ruido, potencia y emoción fueron los pilares en los que se basó la pirotecnia Ferrández para sorprender al numeroso público asistente a la tercera mascletá de concurso en las presentes Hogueras de San Juan. Los de la Vega Baja consiguieron lo que vinieron a buscar, un espectáculo sonoro a través de un terremoto final doble y potente, que alcanzó los 124 decibelios.

No quisieron arriesgar y utilizaron la máxima carga permitida (150 kilos), la mayoría descargada al final con un terremoto doble lanzado en tres fases «para que fuera más potente», explicaba antes del lanzamiento Manuel Ferrández. Y bien que lo lograron con un público que se marchó satisfecho después de un final atronador, remate a una mascletá inusualmente larga, con siete minutos y medio de duración, uno más que el mínimo del concurso.

El inicio fue como el anuncio de lo que vendría después, con un potente camino aéreo compuesto por un centenar de carcasas de trueno y un sonido denominado 'sirena', que era la primera ocasión que se disparaba en Alicante, con acompañamientos de disparos digitales.

El arranque inicial no era fácilmente continuable, por lo que, para preparar la sorpresa final, los Ferrández dejaron un cuerpo de mascletá normal, algo entrecortada que se fue agilizando conforme llegaba el terremoto final. La bajada desde General Marvá se hacía presente a cada disparo y fue al llegar a la plaza de Luceros cuando los Ferrández demostraron lo que querían: una mascletá muy alicantina, sonora y potente.

Así lo habían calculado y así les salió. Vibrante y continuada, a la que añadieron también un final aéreo con algo de humo y color, pero sobre todo con continuidad en el ruido para alargar el espectáculo. Curiosamente, sobrepasaron por más de un minuto el mínimo a concurso.

Ni siquiera había llegado al final, pero el público aplaudió sobrecogido la apuesta de los Ferrández, que sabían que terreno pisaban. Los pirotécnicos saludaron gustosos al respetable que llenó, como siempre, los alrededores de la plaza alicantina. «Estamos muy contentos, ha salido todo como preveíamos», relató Ferrández.

Muy buen sabor de boca dejó este espectáculo, que a buen seguro optará a algunos de los premios. A ver, porque esta tarde el toca a uno de los grandes: Pedro Luis Sirvent, al mando de la Pirotecnia Alicantina de Focs i Artifici. Casi nadie al aparato.

Sirvent fue quien disparó el primer disparo desde Luceros este mes de junio el pasado día 4, aunque en esta ocasión fuera de concurso.