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Un instante de la mascletá disparada por Pirotecnia del Mediterráneo.

Muchas nueces y poco ruido

Pirotecnia del Mediterráneo dispara la mascletá más larga, pero la menos potente

Eva María Lahoz

Viernes, 24 de junio 2016, 01:59

Unos se pasan y otros no llegan. Si el martes Alicantina de Foc i Artifici pecó por defecto, al no llegar a la duración mínima establecida, ayer Pirotecnia del Mediterráneo, que se estrenaba en Luceros, pecaba por exceso. Nada menos que ocho minutos y seis segundos duró su disparo y ese fue su gran error, dado que es imposible mantener la intensidad durante tanto tiempo. Menos aún si optas, como hicieron los valencianos, por disparar solo 103 kilogramos de material explosivo, lejos de los 150 permitidos como máximo.

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  • Empresa.

  • Pirotecnia del Mediterráneo.

  • Material.

  • 103 kilogramos.

  • Duración.

  • Ocho minutos y seis segundos.

  • Potencia máxima.

  • 124 decibelios.

  • Desarrollo.

  • Seis fases aéreas, siete terrestres, terremoto de cuatro partes y bombardeo final.

  • Hoy.

  • Hermanos Ferrández cierra el concurso.

El resultado final fue la mascletá de menor potencia media, con 109 decibelios, y también la de menor potencia máxima, con 124 decibelios. Una falta de potencia que intentaron suplir con profusión de fuegos aéreos e incluso con humos de colores. Sin embargo, el público alicantino, que adora por encima de todo la intensidad final, se quedó algo frío. Un notable como nota máxima llegaban a darles a los debutantes. Ante una plaza de Luceros abarrotada, tanto fuera como dentro de la zona de autoridades, Pirotecnia del Mediterráneo desarrolló una mascletá que comenzó con seis fases aéreas acompañadas de digital, que se prolongaron varios minutos. Una pequeña descarga daba paso al cuerpo central terrestre, con siete partes, para finalizar con un terremoto de cuatro partes a dos alturas y un bombardeo final largo con cinco partes.

El responsable de la pirotecnia, Antonio García, se mostraba satisfecho al final del disparo. «Ha salido todo tal y como estaba planeado», señaló. Explicó que habían optado por concentrar buena parte de la carga explosiva en el terremoto final, porque «es lo que gusta en Alicante» y que la apuesta por el fuego aéreo y por los colores buscaba que la gente «pueda seguir la mascletá», dadas las características de la plaza, que dificultan que se vea el fuego terrestre.

La asistencia fue masiva. Dentro de la zona de autoridades, además de los políticos de todos los colores, representantes de otras fiestas y del Hércules (por cierto que los cajones de protección de los caballos aparecieron ayer forrados con el emblema del club).

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