Ocho orejas pero...

Ocho orejas se repartieron ayer en Alicante entre Enrique Ponce -una en cada uno de sus toros-, Lópéz Simón -dos y una- y Roca Rey -una y dos-. Salieron los tres en hombros. Limonero-48 fue premiado con la vuelta al ruedo. Lleno en los tendidos. La Feria de Hogueras que va embalada a la espera del día de San Juan. Euforia desatada. Optimismo a raudales e incontenido. Todas las connotaciones positivas que se quieran.

Pero... La tauromaquia tiene unas bases, asentadas a lo largo de décadas y décadas, que no se deben ningunear. Por poner dos ejemplos de lo que ayer ocurrió en la plaza y sin que esto tenga que ver con el torero que los protagonizó. En este caso, López Simón. No puede ser premiada con dos orejas una faena que concluye con una estocada contraria y baja, aunque ésta provoque el desplome inmediato del toro. Tampoco se le puede dar la vuelta al ruedo a un toro cuando apenas fue picado. Cuando ese tercio de varas fue, cuanto menos, un simulacro. En el equilibrio puede estar el pretendido acierto. Todo va desembocando, temporada tras temporada en Alicante, en el uso del acero. Apenas hay más pretensiones.

Ponce se las vio para abrir la tarde con 'Fígaro-26', un toro lastrado por su endeblez en el primer tercio y que, como ocurrió en toda la tarde, apenas fue picado. Eso sí, su embestida era templada. Torero comienzo el de Ponce con la muleta para continuar a media altura para que se asentara el de Daniel Ruiz. Paulatinamente lo logró y, a partir de ese instante, con mimo, sin ningún tiró hizo que 'Fígaro-26' acabara humillando. El temple había obrado el milagro y ya, en las últimas tandas, le exigió el torero valenciano aceptando el toro la muleta baja en una faena basada en el toreo en redondo. Estocada desprendida y oreja.

Descompuestas fueron las embestidas de 'Puñalero-92', que soltaba la cara como prueba inequívoca de su falta de entrega. Sólo se le señaló el puyazo. Con la muleta se vio al Ponce poderoso, al torero capaz de someter esas desacompasadas acometidas hasta hacerlas menos malas. En esta ocasión fue su mano izquierda la que se impuso al desclasado y falto de fijeza cuatreño. Así hasta que lo metió en el canasto para, ya sometido, finalizar con la poncina en terrenos de chiqueros y un elegante remate por bajo antes de escuchar un aviso cuando entraba a matar. En unos aspectos tan meticulosa la presidencia y en otros... Pinchazo y estocada y la segunda oreja a su esportón.

La entrega de López Simón

Nada más abrirse de capote López Simón, demostró su disposición con un ceñido saludo. Salieron los picadores y 'Limonero-48' tomó un refilonazo del de tanda y otro del que hacía puerta. Raudo el cambio de tercio. Nos quedamos sin ver en el caballo a un toro que, por lo visto durante el desarrollo de la lida, pudo dar espectáculo en este tercio. Eso sí, ese doble picotazo permitió que Roca Rey hiciera un quite combinando chicuelinas con circulares utilizando el envés del capote. Ejemplo de que el peruano no se presentaba en Alicante para hacer un paseíllo más en su avasaalladora temporada.

Sin picar llegó 'Limonero-48' a la muleta de López Simón en una faena que comenzó erguida la planta instrumentando un sentido cambio de mano abrochado con un ceñido pase de pecho. Le dio distancia al toro para que éste, con fijeza, se viniera. Así ocurrió y de este modo se sucedieron series de mano baja de cinco muletazos en redondo cada una de ellas. Siguió con la faceta más populista de su toreo con un circular al que siguió un pase de pecho de rodillas, que desató la euforia. Fue el cénit de una faena que bajó en el toreo al natural ya que por este pitón tenía el toro un viaje más corto y menor humillación. Entró a matar en la suerte de recibir. La estocada cayó claramente defectuosa pero a ver quién convencía al gran público que la colocación cuenta igual que la ejecución.

'Puñalero-92' fue un toro con embestidas descompuestas, sinónimo de su falta de clase, y que recibió un puyazo trasero. Apretó en banderillas a Vicente Osuna y a Jesús Arruga, quienes completaron un buen tercio. Volvió López Simón a darle distancia en el comienzo del trasteo a Puñalero-92. Le bajó la mano para someterle con su poderosa muleta en el toreo en redondo. Aguantó parones y miradas el torero de Barajas. Al natural tampoco cedió ni un ápice. No fue una faena de exquisiteces estéticas pero sí de técnicas. De valor sereno y seco. Un detalle: como pareció no sentirse a gusto por cómo le acabó saliendo la suerte de recibir en su primero, volvió a intentarlo en el quinto. Tampoco la colocación fue la correcta, pero como el toro cayó patas arrriba...

Avasallador Roca Rey

Roca Rey ya había dejado su sello en el quite que le hizo al primer toro de López Simón. Así que cuando salió su primero, 'Nigeriano-15', se sabía que se presentaba en Alicante con 'las del veri'. Larga cambiada, chicuelinas y un aplaudido remate como presentación con el capote. Un picotazo, norma de la tarde, en el caballo recibió el cuatreño antes de un quite por caleserinas y gaoneras. Qué expectación. Se hizo el silencio en el comienzo de la faena de muleta. Lastrado por la poca fuerza, el toro no acabó de emplearse en el toreo en redondo. Embestidas faltas de raza, cortas, renuentes. Roca Rey, sin pestañear, decidido. Frente a frente un torero poderoso y un toro sin poder. Faltaba la emoción de una pelea de igual a igual. Así que el peruano acortó distancias y recurrió al efectismo arrojando el estoque para finalizar con un toreo en redondo. Efectividad con el estoque. Mas en el ambiente quedaba la falta de entrega del toro, así que sólo se pudo llevar una oreja.

El último de la tarde blandeó de salida. Sexto simulacro en el caballo. Otro toro desclasado, éste de La Palmosilla, que soltó la cara en banderillas. Un toro medio que, en la muleta de Roca Rey, iba a acabar consumido y mostrando su falta de celo. Arrollador comienzo de faena con un pase cambiado rematado con una arrucina en terrenos de chiqueros. En el toreo en redondo tuvo que someter unas inciertas embestidas en las que el toro medía antes de decidirse a seguir la muleta. Lo mismo sucedió al natural. 'Cuentista-41' no permitía las cercanías hasta que el peruano lo desengañó con su poderosa muleta. Se dejó rozar los alamares. Evidenció la supremacía sobre el animal. Lo sometió, y de qué manera. Éxtasis en los tendidos. Efectividad con el estoque y la octava de las ocho orejas que ayer se pasearon en Alicante. Pero...