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Eva María Lahoz
Sábado, 25 de junio 2016, 00:44
Las llamas se apoderaron ayer de Alicante, que ardió durante algo más de cuatro horas en la mágica Nit de la Cremá. Desaparecieron con ellas las 180 hogueras y las 58 portadas de barracas repartidas por toda la ciudad.
Afortunadamente, el único Legado que se esfumó fue la Hoguera Oficial de Pedro Espadero, dado que es evidente que la tradición alicantina por excelencia goza de excelentísima salud. Miles de personas, entre vecinos y visitantes, se lanzaron a la calle para contemplar el bello espectáculo, disfrutar de la batalla entre el fuego y el agua y divertirse con la banyá. La ciudad estaba llena hasta los topes al caer el día de San Juan en viernes y tras haberse celebrado la esperada corrida central de la Feria taurina.
Todo comenzaba con el lanzamiento de la espectacular palmera desde el Monte Benacantil, a cargo de la pirotecnia Hermanos Ferrández, cuyos responsables estaban exultantes después de la tremenda ovación que habían recibido en la mascletá. Las cabezas de multitud de alicantinos estaban pendientes de esta señal, visible desde varios kilómetros a la redonda.
También muy pendientes de la palmera, aunque sin poder verla, estaban las autoridades políticas y festeras congregadas en el Ayuntamiento de Alicante. Además de casi todos los integrantes de la Corporación municipal, este año estaba presente el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. El año pasado se perdió la Cremá porque al día siguiente se celebraba su investidura, pero en esta ocasión no quería faltar. Es bastante poco habitual que los presidentes acudan.
«La Cremá es el momento culminante después de unos días de ilusión y mucho trabajo y yo como presidente he querido estar con los alicantino. Es un momento de carga emocional importante. Han sido unas Hogueras estupendas. Siempre que pueda me comprometo a estar en la Cremá», declaró Puig.
También asistieron la consellera de Sanidad, Carmen Montón, el de Transparencia, Manuel Alcaraz y el ministro de Asuntos Exteriores en funciones y número uno del PP por la provincia para las elecciones de mañana, José Manuel García Margallo, entre otras autoridades.
Las Belleas del Foc adulta, Ana Belén Castelló, e infantil, Adriana Nicolás, y sus Damas, apenas podían contener la emoción. La primera se quedó con su cuadro como recuerdo, mientras que la segunda conservará un ninot de la Infantil Oficial. Algunas de las pequeñas ya lloraban desconsoladas incluso antes de ver su monumento, En un lugar de Alicante, arder. A su lado, animándolas, los responsables de la Federación de Hogueras y las representantes de las fiestas de Valencia, Castellón, Murcia y distintos municipios de la Comunitat.
Sin duda la de ayer era la noche más esperada y a la vez más temida para todas las chicas de la Corte del Fuego. La guinda de unas Hogueras que han vivido intensamente, como máximas representantes de la Fiesta. Seguirán siéndolo hasta mayo del año que viene, pero la noche de ayer ponía fin a los días grandes de su reinado.
A pie de calle, no cabía un alfiler en los alrededores de la plaza del Ayuntamiento, tras el amplio cordón de seguridad. Algunos llevaban allí más de una hora para garantizarse un buen sitio y no perderse un detalle. Descartados los soportales, por motivos de seguridad, todos se apelotonaban a izquierda y derecha de la plaza.
Tras la palmera, Adriana Nicolás era la encargada de accionar, desde el balcón central del Ayuntamiento, y de manera digital, la cremá de la Hoguera Oficial infantil, de Sergio Gómez. Cajas de palmeras multicolores para una quema visual y rápida, aunque la afeó el intenso humo negro que se generó.
Le llegaba entonces el turno a Legado, la undécima Hoguera Oficial de Pedro Espadero, que tampoco ocultaba su emoción y sus nervios, deseoso de que todo saliese bien. «Estoy muy emocionado, deseando que se queme bien para descansar. El año que viene volveré a presentarme porque estoy muy satisfecho con los resultados y con la acogida del público. ¡A por la duodécima!», relató. Está muy orgulloso de su trabajo y de la buena acogida que ha tenido entre los alicantinos. Ha sido, sin duda, uno de los más visitados, no solo por ciudadanos anónimos, sino también por las autoridades, en plena campaña electoral.
La potencia calorífica mientras ardía su monumento hizo que todas las autoridades tuviesen que dejar el balcón del Ayuntamiento. El humo denso estropeó la visión en la primera parte del espectáculo, mientras que hubo ninots a ras de suelo que no se llegaron a quemar, lo que evidencia un fallo técnico.
Alicantina de Focs i Artifici fue la encargada de convertir la cremá de ambas hogueras oficiales en un espectáculo. Para la grande, el personal de Pedro Luis Sirvent, el pirotécnico de cabecera de Espadero, empezó a trabajar en la plaza sobre las ocho de la tarde, y él llegó algo más tarde, al igual que lo hacía el propio Espadero, que confía en Sirvent pero también quiso asegurarse de que todo iba bien.
La pirotecnia empleó 25 kilogramos de material explosivo, además de 30 litros de gasolina, 15 litros de gasoil y 5 de aceite de girasol.
Simulacro de incendio
La parte artística consistió en un disparo de multitud de cajas multicolores de palmeras alrededor de la hoguera, combinadas con un simulacro de incendio y postes de luces intermitentes. Por arriba, una traca de más de 100 metros de longitud hacía su trabajo e iba consumiendo las figuras.
El elevado poder calorífico derivado de la estructura de madera de la base hizo elevarse las llamas, que se reflejaban en los rostros de las autoridades y de la Bellea y en las ventanas de la Audiencia Provincial.
La estructura inferior abierta y la condensación de madera facilitó la cremá de la hoguera, que fue muy rápida. Se prolongó solo 15 minutos, a pesar de su volumen.
Lo más complicado era conseguir controlar el fuego de la parte baja para dar tiempo a las figuras a desintegrarse y que la estructura no cayese antes, dejando alguna sin quemar, como ha pasado en alguna ocasión.
Los tres equipo se bomberos asignados a las Hogueras Oficiales se afanaban en evitar incidentes y sustos, mientras miles de ojos no se perdían detalle desde la plaza, deseosos de que llegase el turno de la banyá.
A última hora de la tarde, los bomberos habían supervisado con detenimiento la zona acotada y comprobado con los pirotécnicos los dispositivos explosivos, para dar el visto bueno a los disparos.
Tras la cremá, en el Ayuntamiento, llegaba el momento de hacer balance. La Bellea adulta afirmó que tenía sentimientos encontrados: «Por un lado, alegría por este momento tan esperado y porque estoy cumpliendo un sueño. Por otro, tristeza porque se acaban las mejores Hogueras, aunque sé que me queda todavía mucho que vivir como bellea».
El alcalde, Gabriel Echávarri, se mostró exultante: «Han sido las mejores Hogueras de la historia de Alicante. Pese a caer entre semana, la fiesta ha demostrado el pulso que tiene para atraer turismo y generar negocio». Además, destacó la ausencia de incidencias hasta esa hora, casi la medianoche. «Estoy muy contento», remachó.
Otras 44 hogueras (adultas e infantiles), entre ellas las especiales de Carolinas Altas, Hernán Cortés y Plaza Galicia, ardieron casi al compás de Legado. Las autoridades y las Belleas se trasladaron de inmediato a Sèneca-Autobusos, la ganadora en Categoría Especial, para presenciar su cremá.
Poco a poco, fueron cayendo, pasto de las llamas, el resto de monumentos de la ciudad, de todas las categorías, desde el centro hacia la periferia y en tres turnos. Un año más, el fuego ponía el broche de oro a las fiestas.
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