Reyes de la mascletá

La pirotecnia Hermanos Ferrández de Beniel tiene muchas papeletas para conseguir el cuarto trofeo consecutivo del certamen de mascletás de las Hogueras de Alicante, después del brillantísimo ejercicio sonoro, rítmico y hasta luminoso que lanzaron ayer en la plaza de Luceros. Un prodigio de innovación, emoción y sorpresa, con un fabuloso terremoto aéreo final tan potente como su hermano terrestre.

Para muchos de los presentes, los Ferrández son los ganadores virtuales del certamen, más si se confirma la descalificación de Pedro Luis Sirvent y con el abandono voluntario de Reyes Martí. Fueron siete minutos pletóricos de principio a fin, lo que no enmudece el debate abierto en la Fiesta sobre la duración de los disparos en Luceros, que el Ayuntamiento quiere retomar en octubre. Pero los Ferrández demostraron que es posible una mascletá larga sin que, por ello, decaiga en intensidad.

La pirotecnia murciana, «aunque alicantina de corazón», tal y como reiteró en diversas ocasiones Antonio Ferrández, había diseñado la mascletá específicamente para este 24 de junio. Todos los elementos que se utilizaron en los disparos fueron creados en las instalaciones de la empresa en Beniel, hasta el sistema informático que los ordenaba.

El desarrollo de la mascletá se mantuvo de principio a fin, aunque in crescendo hasta el espectacular terremoto triple final, que antes de que concluyera ya hacía vibrar a los presentes en los alrededores de la plaza. Incluso, algunos de los más veteranos se sorprendieron de la potencia utlizada y no pudieron evitar taparse los oídos ante tal cantidad de decibelios acumulados. No en vano, los Ferrández se vanaglorian de que «ha sido la más potente que hemos disparado aquí».

Toda la mascletá fue con disparo digital, en la que se utilizaron más de dos mil efectos. Dio comienzo con estos efectos desde el centro de la rotonda hacia los dos lados de la plaza a la vez (cuando lo normal es hacerlo de un lado a otro) con volcanes rojos gruñidores y truenos a juego. Una traca alicantina en toda regla, en la que utlizaron todo tipo de artefactos sonoros como pitos con trueno, roncadores, truenos y silbatos, a los que acompañaron con serpentinas verdes y rojas.

Con esta parte de la mascletá consiguieron aumentar el ritmo de los disparos y preparar al público para la descarga definitiva: un triple terremoto de un minuto de duración acompañado de fuego aéreo con truenos digitalizado con tal de no dar tregua ni por abajo ni por arriba. De esta manera, el público comenzó a sentir las vibraciones y terminó con los oídos destrozados, pero sin poder bajar la cabeza para ver terminar el espectáculo pirotécnico por todo lo alto, nunca mejor dicho.

Los aplausos comenzaron con el inicio del terremoto final y ya no pudieron detenerse ni con el trueno final, puesto que siguieron pidiendo la presencia de los pirotécnicos y hasta cantando a los trabajadores de Hermanos Ferrández.

Los nervios que atenazaron a Antonio Ferrández antes de la mascletá se convirtieron tras el disparo en una absoluta «tranquilidad» al ver que había salido «al 100%» como lo habían planeado. «Cada espectáculo es un mundo porque no sabes cómo va a salir hasta que no se dispara», confesó el pirotécnico.

Antonio Ferrández, uno de los cuatro hermanos que conforman la compañía, reconoció que no se acordaba de cómo fue el año anterior, pero quedó encantado con la ovación del público. «Ha sido una mascletá solo para el disfrute de los que han estado en Luceros», manifestó Ferrández en relación al diseño del espectáculo, «preparada con lo mejor que tenemos en la fábrica».

Hermanos Ferrández ha ganado el concurso de mascletás de las Hogueras de San Juan los tres últimos años y, en esta ocasión, ha vuelto a presentar sus credenciales para repetir galardón, con lo que se convertiría en la primera en hacerlo cuatro veces consecutivamente.