La reapertura de la Lonja se retrasa al estar llena de bidones de agua

A principios de mayo, los dos empresarios que fueron adjudicatarios, a través de la mercantil Llotja d'Alacant, de la gestión de la lonja de pescado del puerto de Alicante, cerrada y abandonada a su suerte durante una década, confiaban en reabrirla en apenas tres meses. La cosa se complica. Según ha sabido este diario y confirman los propios empresarios Felipe Fuster y Francisco Mira, el motivo no es otro que la aparición dentro de la nave de más de mil metros cuadrados de miles de bidones y botellas de agua envasada que depositó, bajo la autorización de la Autoridad Portuaria, una conocida compañía naviera.

Felipe Fuster admite, en declaraciones a este diario, que los tres meses iniciales para la puesta a punto de la nave y todos los sistemas para realizar las subastas del pescado en fresco que traigan los barcos para su posterior distribución a supermercados se convertirán, como poco, en cuatro. Fuster le resta importancia al hecho y asegura que «la Autoridad Portuaria no has dado su compromiso de que en un mes se retirará la mercancía».

En una entrevista al actual presidente del puerto de Alicante, Juan Antonio Gisbert, publicada en este diario el pasado día 12 el jefe de la Autoridad Portuaria obvió este evidente contratiempo a la hora de retomar la actividad de una instalación en la que también han depositado su esperanza e ilusión el presidente de la Diputación provincial, César Sánchez, y el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ambos miembros del consejo de administración del puerto que dio definitivamente vía libre el pasado 24 de mayo a la concesión tras el fiasco protagonizado por la anterior Cofradía de Pescadores de Alicante.

En declaraciones a este diario, Gisbert se limitó a manifestar su confianza en que en breve plazo estuviera activa la lonja de pescado de la capital alicantina: «De momento hemos logrado sacar un concurso adaptado a la nueva situación. Tras tres intentos, ya se ha adjudicado. Nuestro paso ya está dado. Ahora los concesionarios tienen que dar otro tipo de pasos administrativos, como el permiso de primera venta de pescado. Yo estoy convencido de que va adelante», aseguró Gisbert.

El consejo de administración que preside Gisbert cerraba así el trámite abierto el pasado 8 de abril, cuando se inició para esa concesión por espacio de quince años. A falta solo de recibir por parte de la Conselleria de Agricultura el permiso de primera venta para la comercialización de pescado fresco, los empresarios Felipe Fuster y Francisco Mira, de Pescados Mira, se afanan en la reactivación de dicha instalación, lo que conllevará, de manera colateral, el regreso de varias empresas vinculadas al sector pesquero en la dársena nueva del barrio de San Gabriel.

Además, la vuelta de las subastas profesionalizadas de pescado de temporada de cerco y bajura permitirá relanzar el mercado mayorista de pescado congelado y semirrefrigerado que hay anexo y que explota precisamente la empresa de Francisco Mira.

Los empresarios aseguraron a este diario, a pie de lonja, que los principales beneficiarios de la llegada de barcos de flotas de otros puertos, como las de Mazarrón, cuando estén operando en bancos de pesca próximos, serán los consumidores de los mercados centrales, por la frescura que aportará al producto en mercados detallistas. Entre ellos, el atún y el pez espada, dos especies muy demandadas y cotizadas en toda la provincia.

Distintos expresidentes del Puerto, como Miguel Campoy y Joaquín Ripoll, lucharon para la reapertura rápida de la Lonja, pero el proceso se fue ralentizando por problemas burocráticos.