Los populares ya ponen la mira en las elecciones municipales del 2019

Los populares viven días felices después de que la sangría de votos de las municipales se hubiera detenido en diciembre y los resultados en las elecciones generales del domingo confirmaran un salto cualitativo inesperado. Tan eufóricos están que la organización ya mira a los comicios locales y autonómicos de 2019 con la idea de recuperar «muchas alcaldías», según transmitió ayer el presidente de los populares, José Císcar.

El partido reunió a la junta directiva y al comité ejecutivo provincial para analizar los resultados de las nacionales. Obviamente, no podían ser de otra manera que «muy buenos», indicó Císcar. Incluso superiores a los que los propios populares esperaban, según algunas fuentes consultadas.

El propio cabeza de lista, José Manuel García-Margallo, así lo atestiguaba: «El resultado a nivel nacional ha sido mejor de lo que esperábamos. Ninguna de las encuestas electorales daba un resultado de 137 escaños y, lo que es más significativo, una diferencia respecto al segundo, el PSOE, de 52 escaños».

A nivel provincial, los populares no solo estaban contentos por conseguir el quinto diputado por la provincia, que era el objetivo, sino porque los porcentajes les hacen ser muy optimistas de cara a nuevas convocatorias electorales. El PP provincial de Alicante ha tenido «unos porcentajes superiores a la media nacional y a la de la Comunitat», indicó Císcar. A nivel interno, el presidente provincial ha quedado más reforzado todavía, si es que alguien discutía aún su liderazgo.

Pero el líder de los populares alicantinos no se quiere detener. Aunque la organización lleva un año y medio a pleno rendimiento, Císcar atisba un posible adelanto electoral y pidió «seguir trabajando con la misma humildad y responsabilidad» a los militantes y dirigentes: «Creo que las elecciones han sido también un toque de atención importante» para el tripartito de la Generalitat, que se ha puesto en guardia.

Ahora, le toca al PP formar gobierno . Al respecto, García-Margallo, cree que España se enfrenta en los próximos cuatro años a «desafíos lo suficientemente graves como para no perdernos en si a un partido le gusta un líder o le deja de gustar otro», en cerrada defensa de Rajoy en las negociaciones. Por tanto, el ministro apunta que se debe «cambiar la metodología» aplicada hasta ahora y los partidos han de entender «cuáles son los problemas y desafíos» de cara los próximos cuatro años.

Después será el turno de los congresos, aunque no se prevé que hasta finales de año se celebre el regional y ya en 2017 el provincial.