Ortiz entierra definitivamente la ATE pero no descarta un nuevo proyecto con Ikea

La promotora Alicante Avanza, tras la cual está el empresario Enrique Ortiz, continúa con los pasos necesarios para enterrar definitivamente la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que preveía la instalación de Ikea en Rabasa. El último ha sido la rescisión del contrato que la vinculaba con la multinacional sueca del mueble, previo pago de 36 millones de euros, más IVA, que es la cantidad que la empresa había abonado por la parcela.

Sin embargo, ni Ikea renuncia a instalarse en la ciudad ni Alicante Avanza desiste de intentar que lo haga en terrenos de su propiedad.

Se trata, aseguran desde la promotora, de una ruptura «amistosa» y de «mutuo acuerdo», en la que ambas partes renuncian a reclamarse daños por el fracaso del proyecto.

De hecho, Alicante Avanza aún confía en que Ikea pueda instalarse en sus terrenos con un nuevo proyecto, «una vez la Generalitat haga efectivo el desistimiento del proyecto que le presentamos», señala Javier Llorens, portavoz de Urbanika, matriz de Alicante Avanza.

«Nosotros, desde luego, mantenemos nuestro interés intacto en sacar adelante un nuevo proyecto de instalación de Ikea, pero ya no depende de nosotros, sino de la multinacional», indica Llorens.

En este sentido, explica que al dar por terminado el proyecto de la ATE, Ikea «deja de contar con la financiación que se comprometió para el mismo, que era para un proyecto concreto» por lo que «tendrán que ver si les interesa seguir apostando por Alicante y conseguir de nuevo financiación para otro proyecto».

La promotora señala que ha sido la multinacional sueca la que ha decidido poner fin a su participación en la ATE «porque llegó a la conclusión de que el proyecto autorizado inicialmente no se iba a aprobar». Y añade que dicho proyecto no tiene sentido sin Ikea.

En este sentido, cargan las tintas contra las administraciones, tanto local como autonómica, ya que, dicen «salió adelante en su día porque tanto ellas, como nosotros, como Ikea considerábamos que era viable», pero ahora Ayuntamiento y Generalitat «no quieren el proyecto», considera.

Hay que recordar que Visomed, origen de Alicante Avanza y promotora del Plan Rabasa, precursor de la ATE, ya ha reclamado responsabilidad patrimonial a ambas administraciones por la anulación de este plan por parte de los tribunales.

Ikea prefiere no pronunciarse por el momento sobre la ruptura del contrato con Alicante Avanza, que indica que se enmarca en el ámbito «privado», y sus consecuencias.

Eso sí, remarcan que mantienen su interés por instalarse en la ciudad. Y reclaman a la Generalitat que «adopte cuanto antes una resolución oficial sobre la ATE». Hasta entonces, dicen, no van a dar ningún paso en otra dirección.

Desde la Conselleria de Obras Públicas y Territorio explicaron ayer que el asunto está todavía en manos de la Abogacía de la Generalitat, que está estudiando con detalle la propuesta de desistimiento presentada por Alicante Avanza para decidir si se puede aceptar sin riesgo de que ello dé pie a la presentación de nuevas reclamaciones patrimoniales relativas a la ATE o favorezca a la promotora en las que ha presentado en relación al Plan Rabasa.