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Viernes, 8 de julio 2016, 18:04
Las defensas del empresario alicantino Enrique Ortiz y de Rafael Galea, de la constructora Hansa Urbana, han rechazado las acusaciones de fraude fiscal y han solicitado la libre absolución en la jornada de conclusiones finales en la última sesión del juicio que se ha celebrado esta semana, contra Ortiz y otros cuatro empresarios, por un presunto fraude fiscal de más de 6 millones de euros en el alquiler de unos terrenos en la playa de San Juan.
Por contra, la Abogacía del Estado ha rechazado extender a todos los acusados la atenuante de reparación del daño, planteada por la Fiscalía, y ha solicitado mantener la pena para tres de los encausados y rebajarla solo para Ortiz y Miguel Carratalá. No obstante, mantiene para todos la comisión de un delito fiscal. El juicio ha quedado así visto para sentencia en la última jornada.
El abogado de Enrique Ortiz ha lamentado que se haya confundido en el juicio "simulación" y "falsedad" y ha recordado que no son cuestiones "alternativas" por las que se pueda pedir la misma pena.
A su modo de ver, se ha urdido una argumentación que lleva a "inferir" las acusaciones y ha manifestado que los juicios no se permiten "ficciones". Ha puesto sobre la mesa que Fiscalía se equivocó al asegurar que se habían vendido las 11 parcelas que se habían alquilado, cuando solo se vendieron 9.
Ha criticado que uno de los argumentos de la acusación haya sido que los terrenos no se usaron, porque "se confunde la causa del contrato con su finalidad", y ha ejemplificado que se puede alquilar un piso sin necesidad de ocuparlo.
Ha expuesto que se dijo que los suelos eran blandos y han resultado ser "el doble de duros que una autopista" o que se firmó que los terrenos no podrían ser utilizados para usos agrícolas, como factores que demuestran, a su modo de ver, que eran contratos de alquiler reales porque eran empresas que "no se dedicaban a eso".
El abogado de Rafael Galea ha argumentado que para que los terrenos pasaran de ser "existencia" de las empresas a "inmovilizado" bastaba con lo que los tuvieran un año y que fueran "materialmente" inmovilizado.
Asimismo, ha lamentado que durante el juicio no se haya "calculado la cuota defraudada", tanto desde la Hacienda Pública como en el mismo juicio, y ha señalado que no se ha planteado "nada, procesalmente" que acredite que "hubo un intento de engaño". En ese sentido, ha subrayado que en las cuentas anuales de 2006 se manifestaban las deducciones fiscales aplicadas y se ha cuestionado "dónde está el engaño".
«Aquí se paga todo»
A ese respecto, ha continuado: "Aquí se paga todo", en referencia a la base imponible y al IVA y ha agregado que todos los intervinientes en el contrato de alquiler "están identificados". Además, ha indicado que se imputa un delito de falsedad, cuando se trata de un contrato privado de alquiler.
Finalmente, ha explicado que Hansa Urbana optó por alquilar sus terrenos de la playa de San Juan a Enrique Ortiz porque tenía "necesidad de dinero" y por la expectativa de que el Ayuntamiento impulsara un plan urbanístico. En esa línea, ha explicado que al final se vendieron porque hubo "una oportunidad de venta".
Por su lado, el abogado del Estado ha mantenido en sus conclusiones que el contrato de arrendamiento entre las empresas fue "falso" y con el objetivo de "ocultar" datos a la Hacienda Pública. Así, ha hablado de delito fiscal al tratar de "engañar" mediante el contrato "simulado" de arrendamiento y lograr de ese modo que los terrenos que eran calificados como "existencia" pasaran a ser "inmovilizado" de las empresas.
Así, ha expuesto que de los 11 terrenos arrendados en 2005 se vendieron solo 9, y se ha preguntado "qué ocurrió con los otros dos". Además, ha considerado "raro" que las empresas alquilaran un terreno en la playa de San Juan, cuando contaban con terrenos en la avenida Vicente Ramos --junto a la playa--, y en la partida de Fontcalent. Asegura que una de las sociedades usó el terreno como "aparcamiento" y "almacén" y otra para "posicionarse" en la zona. Y ha planteado que Enrique Ortiz utilizó los alquileres "para calentar el mercado".
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