Arqueólogos datan hace 20.000 años la ocupación humana en La Romana

Las puntas de aletas y pedúnculos, usadas como puntas de flecha, apuntan a grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior

EFE

Lunes, 11 de julio 2016, 12:42

Un equipo de arqueólogos del Instituto Universidad de Investigación en Arqueología y Patrimonio de la Universidad de Alicante (Inaph) ha puesto al descubierto las evidencias más antiguas, hasta el momento, de la ocupación humana en La Romana, que se remontan a unos 20.000 años.

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Los resultados señalan que se trataba de grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico Superior, etapa de la Prehistoria situada entre los 35.000 años y el 10.000 a.C. y caracterizada por la aparición del "homo sapiens", han informado hoy fuentes de la Universidad de Alicante.

Eran nómadas, vestían pieles, conocían el fuego y el arte rupestre y realizaban rituales funerarios y de caza, pero no conocían la agricultura ni la ganadería, han explicado las mismas fuentes.

Han destacado que éstas son las señas de los primeros humanos que habitaron La Romana, como ha quedado documentalmente acreditado en las primeras excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la Cova dels Calderons, ubicada en el término municipal alicantino de La Romana.

Dirigidas por la profesora del Inaph Palmira Torregrosa Giménez, se han ejecutado gracias al interés y patrocinio del Ayuntamiento de La Romana y con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat.

Los trabajos emprendidos desde finales del pasado mes de junio por un equipo de investigadores y estudiantes han constatado que la cueva sirvió como lugar de refugio de pastores hace unos 6.000 años, y que previamente había sido ocupada por grupos cazadores recolectores, aproximadamente hace unos 20.000 años.

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Según Torregrosa Giménez la aparición en el nivel de la base de la cueva de puntas de aletas y pedúnculos, elaboradas con piedra sílex y empleadas como puntas de flecha, es una evidencia de que la cavidad fue ocupada por un pequeño grupo humano en momentos del Solutrense superior.

El material recuperado, compuesto por pequeños utensilios de sílex, huesos de animales y todas las muestras de polen y fragmentos del carbón de las fogatas recogidas, será analizado ahora en laboratorio.

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Por otro lado, los estudios paleoecológicos, pendientes de realizar, revelarán datos muy importantes sobre la evolución del clima y del paisaje en la zona.

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