Luis Candela
Martes, 12 de julio 2016, 01:26
Los acusados por la confabulación para acabar con la vida del alcalde de Polop de la Marina, el popular Alejandro Ponsoda, se vieron ayer las caras en el juzgado de La Vila Joiosa que instruye el asunto desde hace casi una década. Sin embargo, la incomparecencia de dos de los sospechosos, los posibles pistoleros y presuntos autores materiales del crimen a las puertas de casa de la víctima, obligó a suspender la vista en la que se les debía leer a todos las acusaciones concretas antes de mandar el asunto al Tribunal del Jurado. Por ello, Instrucción 2 de La Vila ordenó poner en busca y localización a los checos Robert Franek y Radim Racoswski, señalados como los sicarios a sueldo, para entregarles la citación y que no falten a la nueva cita.
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Concreción. La citación se decretó tras escuchar las imputaciones concretas por el crimen.
No asistieron. Los presuntos sicarios y un letrado defensor faltaron a la comparecencia en el juzgado de La Vila.
Medidas. La instructora ordenó la busca y localización de los reos y contactar con el letrado para que se explique.
Fecha. El juzgado de Instrucción ha señalado para el próximo 7 de octubre la vista previa al juicio.
Calificación. Una vez se celebre la vista, la Fiscalía deberá concretar la acusación y solicitar la pena a los procesados.
Jurado. Un tribunal popular enjuiciará a los siete acusados de planear y ejecutar el asesinato de Alejandro Ponsoda en 2007.
El próximo 7 de octubre se repetirá de nuevo el encuentro, tal y como confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), a la espera de poder dar uno de los últimos pasos antes de mandar el proceso a juicio. Además, junto a los dos investigados también ha faltado el letrado de otro de los acusados por el asesinato a sangre fría del munícipe Ponsoda. Por ello, el órgano judicial indagará en lo sucedido con respecto al letrado para conocer el motivo de su incomparecencia.
La noche del 19 de octubre 2007, Ponsoda recibió tres disparos, uno de los cuales impactó en la cabeza. Falleció dos semanas después en el Hospital General de Alicante. Desde entonces se iniciaron por parte de la Guardia Civil las pesquisas para averiguar quiénes fueron los desconocidos responsables del tiroteo y los motivos del crimen. Dos años después, y tras la aparición de un testigo protegido cuyas declaraciones fueron perdiendo credibilidad con el paso de los años, comenzaron las detenciones.
Fue entonces cuando se situó en cabeza la tesis de que su sucesor en el cargo, el también popular Juan Cano, preparó el asesinato en aras de sus intereses personales. Para ello, el club de alterne Mesalina habría sido el escenario en el que el exregidor supuestamente urdió el plan para asesinar a Ponsoda con los dueños del burdel, Pedro Hermosilla y Ariel Gatto, y el empresario Salvador Ros, tal y como sostiene el sumario del caso. El investigado Raúl Montero aparece en la causa como el hombre que proporcionó las armas.
Uno de los primeros en llegar ayer al juzgado de La Vila Joiosa fue Juan Cano, el sucesor de Ponsoda al frente de la Alcaldía de Polop. Sobre él pesa la acusación de organizar la muerte de su compañero de partido y en el Ayuntamiento. Por estos hechos, el expolítico pasó encerrado ocho meses entre rejas. Recientemente, el mes de junio pasado, la Audiencia Provincial de Alicante rechazó su último intento por tumbar la investigación judicial.
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El exalcalde apuntaba en un escrito de queja interpuesto ante la sede provincial a las posibles deficiencias de la instrucción del caso. Sin embargo, el tribunal de la Sección Tercera acordó desestimar «de plano» el recurso «al no interponerse contra auto no apelable del juez de instrucción», así como contra «ninguna resolución concreta», como reza el auto al que ha tenido acceso este diario.
Libres
En 2010, los encausados fueron salieron de prisión, el primero de ellos el checo Racoswski, para quien se fijó una fianza de 30.000 euros en junio de ese año. Sin pruebas contundentes ni confesión por parte de los presuntos implicados, la instrucción del caso ha permanecido bloqueada hasta que el pasado junio la juez transformó las diligencias previas en procedimiento de jurado, evitando así su archivo.
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Una vez se haya podido celebrar la vista, que ayer tuvo que suspenderse, será el turno para que tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular, que ejercen las hijas del fallecido, presenten sus escritos de acusación con las peticiones de pena concretas por el misterioso suceso. Por su parte, los letrados defensores deberán hacer lo propio y formular escrito de defensa de sus clientes.
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