Lorcha salda la deuda con las familias de dos brigadistas muertos en 1993

La espera ha sido larga y los afectados han tenido que renunciar a buena parte del dinero para poder cobrar las indemnizaciones por el incendio que en 1993 segó la vida de dos brigadistas e hirió a otros seis de distinta gravedad en la localidad de Lorcha. El fuego se desbocó tras la quema de un empleado de la limpieza municipal y terminó arrasando 575 hectáreas de matorral y monte bajo. Por ello, el Ayuntamiento resultó como responsable civil subsidiario tras condenar la Audiencia Provincial al acusado de provocar las llamas mortales en 2002, quien se declaró insolvente.

El encargado de la recogida de basuras venía de hacer acopio de papeles de una mercantil y los dejó en una zona del Barranco de Cocons para quemarlos. Según quedó probado, se marchó sin cerciorarse de que los rescoldos y las cenizas ya no ardían, por lo que pronto se avivaron las llamas en unos bancales cercanos. Los brigadistas Ignacio Faulí y Manuel Miguel Virto se vieron sorprendidos por el fuego y no pudieron escapar. El reo fue condenado a un año de prisión y, en total, las indemnizaciones fijadas por la autoridad judicial alcanzaban casi el millón de euros.

El cobro del dinero se convirtió a partir de entonces en un calvario para los afectados. Para un consistorio como el de Lorcha, de 650 habitantes en la actualidad, supuso el embargo de bienes de titularidad municipal. Así, hasta hace pocos días, los perjudicados habían recibido casi 127.000 euros de los 379.691 euros que se han abonado finalmente, como se ha ejecutado por sentencia. Según ha podido saber este diario, la Diputación Provincial de Alicante ha sido parte mediadora en el proceso para liquidar la deuda económica con las víctimas y sus familiares.

Para ello, los afectados han tenido que renunciar a parte de las indemnizaciones que fijó el tribunal de la Sección Tercera de la sede provincial cuando condenó al barrendero responsable del fuego. Un acuerdo por el que se han condonado los intereses legales generados desde entonces que, en algunos casos se acercan al montante de las compensaciones debido al tiempo transcurrido tras el fuego.