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LA VERDAD
Miércoles, 20 de julio 2016, 12:34
El empresario oriolano afincado en Murcia, Trinitario Casanova, a través de su 'holding' Baraka, ha alcanzado un acuerdo de compra del Edificio España con el grupo Wanda que no se cerrará hasta después del verano. El importe de la operación excede ligeramente los 265 millones de euros, precisamente el precio por el que lo adquirió el magnate chino Wang Jianlin al Banco Santander en el año 2014, según confirman fuentes próximas a la operación.
Esta sería la segunda gran operación inmobiliaria protagonizada por Casanova en Madrid este año, tras vender con fuertes plusvalías el número 44 de la Gran Vía de Madrid, edificio que adquirió a Bankia y que pocos meses vendió al grupo Hines con 2,6 millones de ganancias.
En 2015, compró a Peugeot España la sede que tenía en la Avenida de los Toreros, operación que estuvo asesorada por las consultoras BNP Paribas Real Estate y JLL, a la que, a su vez, Wanda encargó la venta del Edificio España, una operación sobre la que la consultora ha rehusado hacer comentarios.
A comienzos de junio, un juzgado de Madrid condenó a Casanova a un año de prisión, por un delito contra el mercado y los consumidores tras difundir falsos rumores de opa en el Banco Popular para aumentar el precio de las acciones en 2008.
El fallo inhabilita al promotor murciano para intervenir en el mercado financiero durante el tiempo de la condena.
En febrero, el grupo inmobiliario chino Wanda encargó a la consultora JLL la venta del Edificio España de Madrid, inmueble que adquirió al Banco Santander en junio de 2014 por 265 millones de euros.
Wanda puso a la venta el inmueble tras "reconsiderar" las obras de reconstrucción" del edificio y tras semanas de rumores sobre su posible retirada del proyecto.
A mediados de enero, se conoció que la filial española Wanda Development Madrid, encargada de las obras de remodelación, había decidido cerrar, lo que implicaba el despido de una veintena de sus empleados y desató los rumores sobre un posible fin del proyecto.
La multinacional china adquirió el emblemático edificio con el objetivo de poner en marcha un hotel, viviendas y un centro comercial a sabiendas de que el inmueble estaba entonces protegido con un nivel 3 parcial por su valor histórico-artístico, lo que impedía tirarlo abajo, según la versión del Ayuntamiento de Madrid.
Wanda abogaba por derribar y reconstruir la fachada, protegida como patrimonio, con un diseño idéntico al actual, algo que no admitió el consistorio madrileño.
La firma china también posee un 20 % de las acciones del Atlético de Madrid y está detrás de la llamada Operación Campamento, un proyecto de ocio y viviendas que podría suponer una de las mayores inversiones en la historia de la capital española, por valor de unos 3.000 millones de euros.
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