Borrar
Urgente Tormentas de lluvia y granizo descargan sobre Valencia: Previsión de Aemet para las próximas horas
Un momento del Pleno de la Diputación Provincial de Alicante celebrado ayer tarde.
Con las cartas encima de la mesa

Con las cartas encima de la mesa

El Pleno de la Diputación ratifica a Fernando Sepulcre como miembro no adscrito.

José Vicente Pérez Pardo

Jueves, 21 de julio 2016, 01:37

Para bien o para mal, la Diputación Provincial de Alicante quedará hasta final de legislatura, si no hay sorpresón final, tal y como aprobó el Pleno de ayer tras la ratificación de Fernando Sepulcre como miembro no adscrito. Permanecerá con dedicación parcial (al 75% de su sueldo) y con competencias como vicepresidente del Instituto de Cultura Alicantina Juan Gil-Albert, pero se le retiran los dos asesores que tenía, que pasan a Presidencia.

El debate fundamental fue si Fernando Sepulcre es o no un tránsfuga. Para definirlo se utilizaron todas las formas posibles, desde el diccionario al uso. Pero el debate no quedó solo en Sepulcre, sino que los partidos se echaron en cara haberse saltado el pacto antitransfuguismo en reiteradas ocasiones.

Este fue el principal argumento del portavoz del PP, Carlos Castillo, quien consideró «verdaderamente vergonzoso» que los partidos de la oposición les den lecciones morales cuando han pactado con ediles no adscritos en municipios como Santa Pola.

El presidente, César Sánchez, intervino para acabar con la insistente pregunta que le formulaba el portavoz adjunto de Compromís, José Manuel Penalva, sobre si había alguna contraprestación. Aclaró que los populares no han pactado nada con Sepulcre y que únicamente está cumpliendo la legalidad.

Es tan papel mojado este pacto que ni siquiera se aprobó ayer ningún «código de conducta política en relación con el transfuguismo» porque la moción fue rechazada, precisamente por el PP y Sepulcre.

El diputado se defendió y aseguró que el abandono de su formación no ha propiciado el cambio de ninguna mayoría ni ningún gobierno, sino que lo suyo ha sido un asunto interno de su formación. De hecho, arremetió contra su exformación, a quienes acusó de sufrir «incoherencia» entre los «ideales» y «las acciones de sus dirigentes en la provincia hacia mi persona». Y afirmó: «Por encima del pacto que firmé con mi partido, está el pacto que firmé con los ciudadanos de esta provincia». De hecho, el equipo de gobierno perdió dos votaciones con el voto de Sepulcre.

Por cierto, que el resto de grupos bien que atacaron a Sepulcre y al PP, pero también tendieron la mano a futuros acuerdos con el no adscrito, conscientes como son de que su voto da la mayoría en la Cámara.

La más beligerante, tal vez, fue la diputada de EUPV, Raquel Pérez: «Al parecer en esta Diputación, el César sí paga traidores», ha espetado al presidente de la institución y al diputado de Presidencia, Carlos Castillo. «Dudaba de quién era el muñeco, si Carlos de César o César de Carlos, pero han aclarado las dudas: los dos se han doblegado a un traidor y a un desertor».

Con el billete en la mano

A su modo de ver, entre ambos han puesto a Fernado Sepulcre «en bandeja» la provincia «con recursos públicos han comprado su apoyo a cambio de no tener que trabajar y consensuar el servicio a la ciudadanía». Y se ha preguntado «dónde está la honorabilidad de la Diputación» Con un billete de 20 euros en la mano, que era «la única ideología del Partido Popular aquí y en todo el país».

Tan dura estuvo que hasta el aludido Fernando Sepulcre tildó de «fuerte» la intervención de la diputada de Esquerra Unida y le pidió que tuviera cuidado en «no morderse la lengua, porque se puede envenenar».

En un discurso leído, Sepulcre ha acusó al resto de grupos de «rasgarse las vestiduras» y ponerse «un traje de falsa dignidad y decencia» porque, recordó, todos «han hecho pactos» con tránsfugas, «así que, menos escándalo que son los primeros que tienen motivos para callar».

El portavoz adjunto de Compromís, José Manuel Penalva, siguió el ataque a Fernando Sepulcre, le recordó que ocupa el escaño porque los concejales de Ciudadanos le votaron y no la ciudadanía y que, por ello, debía dejar el acta. A su juicio, «no tiene sentido un diputado no adscrito». Pero ahí está.

Desde el PSPV, José Chulvi, pidió a Sepulcre que no se presentara como una «víctima» porque no se le ha quitado «nada» y le ha reclamado que asuma «con hechos» lo que ha argumentado.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Con las cartas encima de la mesa