europa press
Viernes, 5 de agosto 2016, 17:22
El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, ha asegurado este viernes que no se ha mantenido "ningún contacto" con la multinacional Ikea y ha negado que esta haya dado "ningún ultimátum" al consistorio sobre su ubicación en el barrio de Rabassa. Además, ha subrayado que cuando inicia una negociación lo hace "sin líneas rojas, ni vetos", aunque ha mantenido su rechazo sobre el área comercial vinculada de 300.000 m2: "Ese macrocentro, no".
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En ese sentido, ha reiterado a la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio que resuelva la Actuación Territorial Estratégica (ATE) en Rabassa, para la que la promotara Alicante Avanza ya presentó el desistimiento.
A preguntas de los medios, tras recibir a deportistas en el Salón Azul, Echávarri ha supuesto que solo en el caso de que sobre los terrenos de Rabassa no hubiera "ni rastro de corrupción" accedería a que la multinacional se ubicara allí porque trabaja para que Ikea "se quede en Alicante".
Así, ha reiterado: "No nos hemos sentado con ellos. No sabemos qué quieren y qué piensan y hasta que no se desvincule de Alicante Avanza, creo que no va a haber contactos para que nos diguan qué es lo que quieren, lo que piensan, dónde lo quieren y cómo lo quieren".
Asimismo, ha agregado que "la única constancia" es que Ikea "todavía" sigue "interesada" en Alicante y que "solo" contempla esa ciudad para instalarse en la provincia. En ese sentido, ha matizado que se le ofrecerán "todas las facilidades" para que se queden.
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Por ello, ha pedido a la Generalitat que resuelva "ya" la desestimación de la ATE porque desde ese momento el Ayuntamiento podrá "jugar el partido" con Ikea. En ese sentido, ha indicado que desde Conselleria se le ha transmitido que se cerrará el proceso cuando terminen los plazos de alegaciones dados a todas las personas afectadas.
HORARIOS COMERCIALES
Por otra parte, ha señalado que siguen las conversaciones con la Conselleria de Economía para alcanzar un acuerdo sobre los horarios comerciales y que esté preparado para que en la primera quincena de septiembre esté cerrado. "Que la vuelta al cole empiece con los deberes hechos", ha indicado.
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"Estamos muy cerca, estamos cerquísima", ha dicho y ha afirmado que cuando se cierre "iremos y diremos esas son las condiciones y ya está".
El primer edil ha indicado que el acuerdo pasa porque se respete que los trabajadores en plantilla no trabajen más de 13 festivos. "Lo que sí tengo claro es que no es mi intención permitir quien no respete el derecho a la conciliación, porque si lo blindas generas empleo porque la plantilla no llega", ha justificado.
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