Guillermo Rejón, el mejor de los cimientos

La misma voz honda, el gesto serio, las razones de peso y, como siempre, las verdades a la cara. El Lucentum ha conseguido recuperar para su causa a uno de los emblemas de la entidad, el jugador que más veces ha vestido la camiseta, el que ha logrado más ascensos. Sofocó revueltas en los días de plomo, ayudó a crecer a las promesas, a hacer llegar a sus compañeros los delirios tácticos de algunos técnicos y se ganó el respeto de todos dentro de la cancha con una forma de entender el baloncesto que priorizaba el nosotros sobre el yo.

Estuvo en la primera piedra, con Paco Pastor, también en la envenenada resurrección del club con Miguel Cano, en el espejismo impostado de Luis Castillo que quedó al descubierto en Andorra y ahora vuelve para la reconversión, para acercar a la Fundación Lucentum de su amigo Toni Gallego a la élite, para llevarla un pasito más allá. Un buen número de los instantes memorables que ha vivido el lucentinismo llevan impresas a fuego las canas de Guillermo Rejón, un pívot irrepetible dispuesto a seguir escribiendo páginas de historia contra pronóstico, contra viento y marea, contra la implacable dictadura de un tiempo que, en su caso, parece caminar hacia atrás.

«Siento un enorme agradecimiento porque tenía esta deuda con la directiva desde hace 4 años. Es un proyecto muy ilusionante y aunque no conozco en profundidad la LEB Plata [será su primera temporada en esta categoría] me parece que tenemos un equipo muy ambicioso», confesó el pívot madrileño en su presentación.

Arropado por todos los integrantes de la Fundación, el canterano del Estudiantes reconoció no estar preparado para recibir el torrente de cariño y felicitaciones que le han hecho llegar desde que se conoció la noticia. «Creo que puedo aportar muchas cosas. Tengo ganas de empezar porque después de todo lo que he pasado en los últimos años (con dos ascensos deportivos mutilados en los despachos de la ACB), me ha costado volverme a enganchar», reveló el capitán del Lucentum. «Soy un jugador con carácter y si he aceptado la propuesta es porque quiero volver a revivir en el CT las grandes matinales de domingo».

No será sencillo. Toni Gallego, presidente del club, no renuncia a pelear por el ascenso a la LEB Oro. Pero tiene claro que para ello se necesita el respaldo de, al menos, un millar de abonados, una cifra a la que no se llegó el año pasado. «Somos ambiciosos, queremos subir de categoría, pero sin obsesionarnos con ello. No tenemos prisa. Ser ambiciosos no conlleva imponernos la obligación de ascender», aclaró el máximo dirigente lucentino. «Tenemos que superar los mil abonos para pelear de tú a tú con los máximos aspirantes a dejar la LEB Plata en mayo: Granada y Navarra», aventuró.

Tener facultades físicas para jugar con 40 años (Rejón los cumple el 1 de octubre) en una liga de desarrollo habla muy bien de la condición física del madrileño y no tanto de la situación de las competiciones FEB. «Nadie mejor que los jugadores puede hablar de lo que ha ocurrido en el baloncesto en los últimos años porque lo hemos sufrido nosotros principalmente. Pero creo que podemos revertirlo, que en Alicante se están haciendo las cosas bien, que se puede soñar con sacar el proyecto adelante. Yo ayudaré en todo lo que pueda porque me siento fuerte y con ganas. Necesitaba volver a estar ilusionado y con este proyecto lo he logrado», manifestó el capitán.

La Fundación Lucentum inicia mañana su campaña de abonos a precios que van de los 50 a los 90 euros. El plazo para la renovación expira el 7 de septiembre y los trámites para pagar los pases de temporada se pueden realizar en la web 'aplication.fundacionlucentum.com' . El camino del quinto ascenso en la carrera de un jugador con mayúsculas empezó ayer en el hotel ABBA Centrum. Guillermo Rejón ha vuelto a casa y no de visita precisamente, está dispuesto a poner otra muesca más en su reseñable palmarés. Gloria bendita.