Secciones
Servicios
Destacamos
Luis Candela
Martes, 20 de septiembre 2016, 01:24
La Audiencia Provincial de Alicante ha impuesto tres años de prisión al acusado de acuchillar a un conocido, un joven de 20 años de edad, por una pequeña deuda económica. El hombre ha reconocido haber rajado la cara de la víctima con una pequeña navaja tras exigirle que le pagara los diez euros que le adeudaba. Se trata de unos hechos ocurridos el 20 de diciembre de 2011 a las puertas de un pub de Alcoy. El reo se enfrentaba a una petición inicial de pena de 7 años entre rejas, pero el Ministerio Público ha rebajado sus pretensiones al considerar el delito como lesiones con empleo de utensilio peligroso en lugar de homicidio en grado de tentativa, según indicaron las fuentes jurídicas consultadas.
La vista se celebró ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, donde el acusado se reconoció culpable, aunque disconforme con la pena de prisión que finalmente se le ha impuesto. Además de la privación de libertad, el hombre tendrá que pagar 24.000 euros a la víctima por las heridas ocasionadas, así como 8.315 euros a la Generalitat por los gastos generados por la atención del agredido.
Ambos se encontraron la fatídica noche a las puertas del bar, donde el condenado exigió el pago de la deuda. El agredido prometió saldar el montante más adelante, una respuesta que no debió gustar en exceso al acusado. Este último, supuestamente la emprendió a golpes contra el joven, quien optó por huir de allí.
Sin embargo, el asunto no se zanjó entonces, ya que el reo decidió ir en busca del moroso, ante quien esgrimió una pequeña navaja que lanzó a su pecho. El hombre esquivó el ataque que se dirigía directo al corazón, pero resultó herido en la barbilla cayendo al suelo, donde supuestamente recibió varias patadas y quedó ensangrentado.
El perjudicado tuvo que ingresar en el Hospital de la Fe, en Valencia, y tardó en total 273 días en recuperarse de las heridas sufridas en la agresión, tres de los cuales fueron de ingreso hospitalario. Además del corte en la cara, los médicos tuvieron que intervenirle el brazo, donde le ha quedado como secuela una cicatriz de 18 centímetros, así como una discapacidad del 5% por la pérdida de sensibilidad en la cara, según recoge el dictamen de los médicos forenses responsables del informe encargado por el juzgado instructor.
Según reconoció el individuo, la madrugada siguiente dejó la navaja lavada en el buzón de la mujer que le iba a arrendar una vivienda en la localidad, tal y como sostenía la Fiscalía en su escrito de acusaciones.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La palygorskita, los cimientos del vino rancio en Nava del Rey
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.