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BERNAT SIRVENT
Domingo, 2 de octubre 2016, 01:07
Dejó su puesto de funcionaria y su especialidad de ingeniería agrónoma cuando la llamó en julio del pasado año Mónica Oltra. Aunque no es militante de Compromís, se siente simpatizante de siempre, incluso cuando residía en Madrid. Pese a la defensa acérrima del valenciano que hace esta coalición, pide expresamente ser entrevistada en el idioma de Cervantes. «Me aclaro mejor para una entrevista», admite sin vacilaciones.
-Parece que en su Conselleria se lleva mejor lo del mestizaje que en otras.
-No valoro lo de otros. En mi Conselleria lo llevamos muy bien. En las dos secretarías autonómicas y en el tercer escalón de direcciones generales también. Tenemos una dinámica de trabajo muy participativa. Funciona muy bien. Ademas, hemos integrado Agricultura y Medio Ambiente, muchas veces separadas e incluso enfrentadas entre sí. Y así va a seguir. Integrada.
-¿La nombró Mónica Oltra?
-Sí, bueno, Compromís, a propuesta de Los Verdes-Equo.
-¿Milita en Compromís?
-No. Soy simpatizante desde mi etapa en Madrid. Por eso nuestro mestizaje es aún más mestizaje.
-Más mestizaje aún su puesto, que es fruto de la paridad.
-También. Bueno, eso no es mestizaje. Es un reflejo de la sociedad.
-¿Cree que su perfil técnico como ingeniera está haciendo menos visible su trabajo político?
-Es posible. La política tiene muchas facetas. Una de partido, otra más mediática y otra de gestión, que es muy importante. Este primer año el esfuerzo de mi equipo en gestión ha sido muy grande. Había que construir una Conselleria que venía de dos. Y, encima, un trabajo de reconstrucción. Hemos marcado política agraria, ambiental y pesquera. Quizá ha sido un trabajo orgánico. Necesario para el cambio de rumbo muy serio que queremos. Además, las estructuras de la Generalitat están muy adelgazadas y eso hay que reconstruirlo. Es un barco y hay que evitar que se hunda y cambiar el rumbo mientras tanto.
-¿Son los incendios de Xàbia y Benitatxell su momento más duro?
-En general, cada incendio tiene su característica. Te duele según la zona. Pero es mi principal preocupación, porque puede afectar a personas. Hay un componente de riesgo muy alto. Y el daño es irreparable. Aunque vamos a luchar para regenerar las 600 hectáreas de patrimonio ecológico y cultural lo antes posible. Es parte de tu historia y ambiente. Yo vengo de familia de ambiente montañero. Afecta y nos hace ver que somos vulnerables.
-¿Podría haberse minimizado esta catástrofe? Los primeros días de agosto hubo tres incendios y se actuó de forma muy diligente.
-En todos los incendios grandes, de más de 500 hectáreas, hay un factor de sequía extrema y vientos saharianos. Además, coincide que ha habido muchos simultáneos y aumenta la dificultad de extinción. Sequía muy alta de tres años, calor y el factor humano. Una colilla, una negligencia o una intencionalidad. Es muy difícil de controlar. Encima en Granadella se daba el interface urbano-forestal, con peculiaridades muy problemáticas. Distinto al de Bolulla o Artana, a final de julio. Pero es que Granadella se quemó hace diez años y el no tratamiento de esa regeneración de forma natural con hiperdensidades hizo que se agrandara el siniestro. Por eso estamos haciendo tratamientos técnicos muy diferentes a los que había. La política de grandes corta fuegos se ha demostrado inservible.
-Habla de gestión forestal y los agentes de medio ambiente llevan muchos meses avisando de que el monte es un polvorín.
-Es un cuerpo fundamental. Tanto de prevención como de información y divulgación forestal. Hemos aumentado la Mesa Forestal para revisar toda la estrategia preventiva. Pero la situación financiera es muy difícil y también se traduce aquí. No hay disponibilidad inversora. Aunque hemos aumentado un 3% en 2016, pero insuficiente para prevención. También deberíamos aumentar la plantilla de agentes. Además, son pionero en España y la UE en investigación de incendios.
-Hace unos días Puig anunció un cuerpo específico de la Policía Autonómica.
-Este subcuerpo en la Policía Autonómica ya existe. Se pretende reforzar eso, aumentar la plantilla y dar más información y protocolos. Esta Policía complementa a los agentes ambientales y al Seprona de la Guardia Civil. De modo combinada hace las prácticas periciales. Vamos a reforzar esa labor de colaboración de los tres cuerpos.
-¿Por qué se aprueba la ayuda para voluntarios ambientales en agosto y no en marzo o abril?
-Es cierto que debería haber estado disponible antes del verano. Lo reconocemos. Cuando llegamos en julio de 2015 la resolución de voluntarios estaba sin firmar. Hubo que rehacer todo el papeleo. Llegó tarde y gran parte del presupuesto no se ejecutó y lo hemos trasladado al 2016. Pero es que cuando hicimos la orden de 2016 nos encontramos con una norma nueva de 2015 que obliga a que cualquier subvención lleve más trámites. Aumenta el plazo tres meses y un informe del Consell Jurídic Consultiu. Nos pasa con muchas órdenes. Hay excesiva burocratización de la Generalitat. Esto es heredado de enero de 2015. Vamos a tratar de agilizarlo en 2017.
-Unió Llauradors critica de nuevo que en Alicante solo hay un grupo Leader de ayudas de la UE.
-Son ayudas del FSE de la UE para potenciar actividades que surjan de la población local. En zonas más rurales, que no es necesariamente agrícola. El mapa nos lo hallamos hecho por el Consell del PP. La zonificación ya estaba hecha y un presupuesto muy reducido para todo el período, 27 millones de euros. Y un número de grupos tasado, que son 9. Además, hubo que rehacer toda la orden, porque la del PP no cumplía todos los requisitos de la UE. No puede haber más de nueve. La selección final, a punto, se queda un grupo menos en Alicante, en el sur, pero porque no cumple los requisitos. Pero pueden integrarse en otros.
-¿Qué le preocupa más el fuego o la sequía?
-Están relacionadas.
-¿Es estructural esta sequía?
-Es un rasgo climático. El cambio climático trae regímenes de lluvias distintos. Con cambio de zonas y de patrones de lluvia. La aridez, sobre todo de Alicante, se acrecienta. Pero es que además las demandas han crecido mucho. No solo patrones distintos de temperatura y lluvia. Es que la demanda de agua ha crecido muchísimo en quince años. Regadío y boca. El turismo triplica algunas poblaciones. Aunque el uso agrícola es muy eficiente. Hay que seguir aplicando medidas de eficiencia en el regadío y reducción, al final, de consumo, porque tenemos poca agua y hay que usarla bien.
-¿Más allá de ahorro, reutilización y desaladoras, usted es trasvasista? ¿Defiende, como la Junta Central, una toma en Cortes de Pallás para agua de boca y de riego?
-Es un proyecto que existe. Más que trasvase, una transferencia intercuenca. El Consell defiende que se cumpla lo que hay. Hemos hallado una infraestructura prometida por el PP hace quince años y sin hacer. Paralizada al tiempo que se generaba ruido y conflicto en el Vinalopó. Ya hemos solucionado la discrepancia fuerte sobre la toma, con la Confederación y la cuenca cedente. La toma del Azud de la Marquesa, la que es, la que agrega el acuerdo y ofrece suficientes garantías de calidad de agua prepotable con todas las inversiones que se han hecho. A partir de ahí, tenemos la tubería principal y el postrasvase a medias. Estamos acabando la margen derecha y sus balsas. Y la izquierda es una obra de ingeniería muy grande. Vamos a invertir 46 millones. Estaba sin hacer en quince años.
-O sea, no a Cortes de Pallás, en el curso medio con más calidad.
-No nos metemos en debate si una toma sí y otra no cuando no se estaba haciendo mientras había dinero. Y hay otra cuestión. La balsa de regulación San Diego, acabada de construir en 2012, con grietas y defectos muy importantes y, desde entonces, el Estado, que es su responsable, no la repara. Y le caben 20 hectómetros cúbicos. Que es, por ejemplo, todo lo que envía cada mes el Tajo-Segura. Hay que hablar con claridad al usuario. El PP ha contado una película que no era realidad. ¿Trasvases sí o no? Vamos a hacer una gestión conjunta de todas las fuentes. La superficial y subterránea, el trasvase combinado con desalinización y más uso de agua reutilizada, cuya producción vamos a doblar. Incluido el Tajo-Segura. Cómo se llegó al Memorándum nos puede convencer más o menos. Pero tenemos que gestionar lo que tenemos hoy, cada vez menos agua con más demanda.
-¿Defiende o no el Tajo-Segura?
-El Memorándum nos garantiza ciertas cantidades y la sostenibilidad de los pantanos de cabecera. Es la reserva y la tenemos que cuidar nosotros también al ser beneficiarios. En eso estamos. Pero echamos de menos la lealtad institucional del Ministerio de Agricultura.
-¿A qué se refiere exactamente?
-Cuando se toman medidas que afectan a los ciudadanos y regantes de Alicante, nos tienen que consultar.Incorporarnos a las reuniones. No puede tomar el Ministerio decisiones unilaterales desde Madrid para Murcia. Porque Alicante se beneficiaria, así como de las plantas desalinizadoras combinadas con la regulación del propio Tajo-Segura. Están en nuestro territorio. No nos informan de nada.
-¿Puede concretar?
-El Consell lleva mucho tiempo diciéndole al Ministerio que haga las inversiones de ahorro energético en las plantas de Torrevieja y Aguamarga para hacer el agua más asequible y la pasada semana el Ministerio tiene una reunión con el Gobierno de Murcia y no nos invitan. Es la tercera reunión en que nos ningunean. Las competencias de agua son compartidas por Madrid y las comunidades. Pero lo mínimo que debe hacer el Ministerio, cuando los afectados son tu gente y tu territorio, es informar y consensuarlo todo. Máxime cuando hablamos de desalinizadoras que han sido demonizadas por los gobiernos del PP. Por no decir cosas peores. Ya que han entrado en esa línea de combinación de recursos, como dicen los expertos, deben informar, al menos.
-Una de sus primeras comparecencias en Corts fue polémica. Dijo que había agua de sobra.
-Me alegro que me lo pregunte. Lo que digo es llegar a un sistema de autosuficiencia de recursos. Nuestro recurso depende del Tajo-Segura actual y el resto combinado. Pero hay que hablar de los usos. No podemos pretender aumentar indefinidamente la demanda. Crear expectativas, como se hacía en tiempos de especulación, de que vamos a tener más agua es un error. Es cortoplacismo. No podemos permitirnos ese lujo. Es un recurso escaso. Hay que equilibrar el déficit. Los planes de cuenca lo dicen muy claro: hay el agua que hay.
-¿A qué se refiere, a agricultura o a la construcción que se reactiva?
-El sector inmobiliario tiene que crecer con restricciones e implicación. Hay que ser realista. No podemos decir que traemos más agua. Hay el agua que hay.
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