Félix Cerdán, con miembros de la junta directiva de la Cámara de Comercio, explica los motivos de la dimisión en bloque.

La directiva de la Cámara de Comercio dimite por el impago municipal de 400.000 euros

Félix Cerdán y su equipo renuncian a seguir al frente para que la Conselleria de Economía nombre una gestora que tutele la entidad

Joaquín Andreu Esteban

Jueves, 6 de octubre 2016, 02:30

La Cámara de Comercio, una de las entidades más antiguas de la ciudad, está desde el lunes sin cúpula tras la dimisión de su presidente, Félix Cerdán, y el resto de los nueve miembros de la junta directiva que estaba al frente desde el 2010.

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  • Dimisión.

  • El presidente, Félix Cerdán, y los nueve miembros de la junta directiva de la Cámara dimiten para que una gestora tutelada por el Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana y la Conselleria de Economía velen por la pervivencia de la entidad. Entienden que es la mejor manera de garantizar su supervivencia.

  • Impago.

  • Uno de los argumentos que esgrimen es la fragilidad económica de la entidad porque ya no cuentan desde el 2010 con la cuota cameral obligatoria para empresas y comercios, que era uno de sus principales sustentos, al haber sido suprimida por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. El otro es el impago de servicios realizados al Consistorio y que suponen una deuda municipal de 400.000 euros.

  • Servicios.

  • Para el Consistorio hicieron el control de los mercados, prestación de servicios a empresarios y comercios en la costa con una delegación, planes comerciales y en marcha estaba un proyecto de centro comercial abierto. El impago provocó el despido de los 24 trabajadores con los que ha llegado a contar la Cámara.

El máximo representante de la entidad que vela por los intereses de comerciantes y empresarios compareció ayer con parte de sus colaboradores en esta institución centenaria para dar cuenta de los motivos que les han abocado a tomar la decisión. Con Cerdán estuvieron el vicepresidente, Francisco Sánchez, y diversos vocales del órgano de gobierno de la Cámara y fue el presidente saliente quien dio las explicaciones sobre la determinación que han tomado «por el propio bien de la entidad» ya que dijo Cerdán a partir de ahora será la Conselleria de Economía que dirige Rafael Climent y el Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana los que tendrán que nombrar una gestora para que se ponga al frente.

El motivo no es otro que la delicada situación económica que arrastra desde hace varios años y el expresidente dijo que incluso se puede fijar el 2010 como el año en el que empezó el declive con la supresión por parte del Gobierno de Rodríguez Zapatero de la cuota cameral obligatoria para sus integrantes, lo que era una de las vías principales de financiación de estas entidades, pero no solo habló de esta decisión legislativa sino que apuntó como uno de los males mayores el impago municipal de determinados servicios que se han prestado desde la pasada legislatura al Ayuntamiento oriolano.

Cerdán dijo que la deuda asciende a cerca de 400.000 euros que no se han satisfecho por diversos conceptos «pese a que los trabajos se han hecho y los hemos tenido que afrontar con recursos propios pero debe quedar claro que la Cámara no debe dinero a nadie y es a nosotros a quien se nos debe», apuntó Cerdán.

Así en la comparecencia habló de que esa cuantía se debe sobre todo a la existencia de un convenio de colaboración con la administración que ahora preside Emilio Bascuñana en diversos ámbitos. Entre los trabajos que ha realizado la Cámara y no ha cobrado se encuentra el control de mercados con personal de esta, que como indicó uno de los vocales logró subir la recaudación de tasas desde los 450.000 euros en el 2011 a más de 600.000 dos años después. También en el acuerdo estaba la prestación de servicios de la Afic (Agencia de Fomento de Iniciativas Comerciales) para la atención a la pequeña y mediana empresa, el contar con una delegación en la costa para atender a estas y comerciantes, y el inicio del proyecto de un centro comercial abierto que se fraguó en la pasada legislatura y todavía está por desarrollarse.

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Cerdán recordó que todos los servicios no satisfechos, los prestados y los que estaban pendientes, incluso abocaron en el despido de los 24 trabajadores que había en plantilla y que la situación de las arcas de la Cámara era tan mala que fue el consejo autonómico que las rige quien tuvo que afrontar las indemnizaciones por despidos. No olvidó tampoco resaltar que la entidad defendió en este periodo la mejora de infraestructuras como las CV-91 y 95, la apuesta por la Zona de Actividades Logísticas de San Isidro o incluso que la Cámara debía adquirir carácter comarcal para garantizar su supervivencia y también que al Ayuntamiento se le ha reclamado el impago que de no ser satisfecho acabará en un contencioso judicial.

Asimismo añadió que «lo mejor es que la Generalitat tutele con una gestora su futuro y mantenga su viabilidad porque es necesaria» e indicó que no sabe cuáles serán los plazos para convocar elecciones, entre otras cuestiones porque está sin desarrollar el reglamento de la Ley de Cámaras de la Comunitat Valenciana.

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