Echávarri sitúa Ikea como el asunto central de 2017 y da la libertad horaria por zanjada

A 15 días para que acabe el año 2016, que ha sido bastante movido para el tripartito, el equipo de gobierno fija sus miras en el 2017, con la esperanza de que se resuelvan los asuntos estancados. El primero de ellos, el presupuesto, cuya aprobación pende de un hilo, pero también los grandes temas, como la llegada de Ikea, la libertad de horarios comerciales o la adjudicación de las contratas caducadas.

Para el alcalde y concejal de Comercio, Gabriel Echávarri, el tema «nuclear» del año que va a comenzar será la negociación para la implantación de Ikea en la ciudad. «Es el gran asunto para 2017. Tiene que quedar absolutamente definido ya si queremos que en este mandato se haga realidad», explica Echávarri.

Señala que el equipo de gobierno sigue «hablando» con la multinacional, aunque no es partidario, como su socio Natxo Bellido, de pedirle a Ikea una nueva reunión con luz y taquígrafos. «Es libre de decir lo que considere», apunta, respecto a las declaraciones del portavoz municipal en las que aseguraba que es hora de reclamarle a los suecos un nuevo encuentro.

Echávarri, sin embargo, cree que la negociación se debe mantener en la intimidad y mantiene la petición de silencio al respecto a sus socios. «La única noticia que daré sobre Ikea espero que sea el acuerdo. Todo lo demás es ruido que nos perjudicó y nos perjudica. No es bueno que abran el periódico en otros sitios y vean que estamos con ruido. Son temas que no requieren de publicidad y así lo hemos entendido todos», opina.

Sobre el archivo definitivo del 'caso Rabasa', que investigaba presuntas irregularidades en la tramitación del plan urbanístico en el que se preveía inscribir, en un primer momento, la instalación de Ikea, el alcalde entiende que «ni afecta ni afectaba en nada y que no es bueno vincular» ambas cuestiones. «Mejor hablar de futuro», zanja.

La resolución definitiva del conflicto sobre la libertad de horarios comerciales también queda como asignatura pendiente para 2017, aunque, en este caso, el también edil de Comercio da por zanjado el asunto, al menos hasta que se resuelva en los tribunales el recurso del Ayuntamiento contra la sentencia que daba la razón a los centros comerciales en sus aspiraciones de abrir los festivos.

El conflicto, a su juicio, está «pacificado» en la ciudad. «Aprobamos una propuesta que se ha elevado a Valencia. El conseller Rafael Climent ha dicho que va a respetar la particularidad de Alicante, que entiende que haya una asimetría y estoy contento, porque fue lo que pacté con él», explica.

Pese a que hace un par de semanas daba por cerrada también la negociación con los centros comerciales, ayer señaló que si le piden la reunión para alcanzar un acuerdo, se la concederá, aunque apostó por dejar que «los actos procesales» sigan su curso.

El alcalde, que ayer ofreció un brindis navideño a la prensa en solitario, tuvo que responder sobre la inasistencia de los portavoces de sus dos socios de gobierno, Miguel Ángel Pavón y Natxo Bellido. Y es que la imagen del año pasado fue bien distinta, ya que se convocó un acto conjunto. Echávarri defendió que este año también está pensado hacer más adelante esa convocatoria conjunta.

Sobre la relación con sus socios, que ha vuelto a tensarse tras la última disputa sobre la resolución del convenio con El Arca de Noé, recordó que PSPV y Esquerra Unida venían de «darse palos» en anteriores legislaturas y que Compromís «no estaba en el Ayuntamiento y era un actor no municipal», por lo que consideró que «cuando vienes de darte palos, el cariño hay que hacerlo poco a poco; las cosas van funcionando, nos conocemos y respetamos las discrepancias».

En cualquier caso, apuntó, «antes esas mismas discrepancias afectaban muchísimo más que nos afectan ahora».