El desempleo baja en 10.131 parados en 4 años pero la caída se aminora

El municipio ilicitano cerró 2016 con 26.613 desempleados registrados en las tres oficinas locales del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef). Una cifra oficial que supone 10.131 parados menos que los que había inscritos en el momento álgido de la actual década, 2012, con 36.744. El descenso supone una caída del 27,5%.

Los sindicatos CC OO y UGT dieron a conocer ayer los datos desglosados del último mes del pasado año, que se cerró con 26.613 desempleados registrados. Una cifra que, aun siendo el dato oficial, no refleja en su auténtica dimensión la realidad laboral del municipio, que se ve distorsionada por la elevada tasa de economía sumergida -que algunos estudios sitúan en torno al 30%- y porque muchos desempleados no están inscritos en el Servef.

Las cifras oficiales confirman el liderazgo que Elche ha mantenido en los últimos años en la creación de empleo en la Comunitat Valenciana. Diciembre se cerró con 464 desempleados menos que el mes anterior, de los que 352 corresponden al sector de servicios, relacionado con las campañas comerciales y hosteleras de las fiestas navideñas. La industria asumió 71 de los nuevos contratos, por ocho la construcción, dos la agricultura y 51 sin empleo anterior.

El pasado año fue el cuarto consecutivo con descenso del paro, aunque registró el menor descenso de ese periodo. Y es que 2016 se cerró con 2.069 parados menos que el ejercicio anterior, frente a la caída de 3.141 producida en 2015, los 2.607 menos de 2014 y los 2.314 de 2013. Es decir, la capacidad de creación de empleo de los sectores ilicitanos se vio reducida respecto a los anteriores ejercicios. En cualquier caso, la reducción del número de desempleados registrados en 10.131 parados en cuatro años evidencia que la actividad económica local está en la senda de la recuperación.

Otra cosa es la calidad del empleo que se crea con los nuevos contratos. No deja de ser una llamativa evidencia que de los 5.259 contratos suscritos en diciembre pasado -un mismo trabajador puede encadenar varios contratos en un año-, el 91% tuviera carácter temporal y tan solo 478 (el 9%) fuese indefinido. Dejando aparte un ligero incremento debido a la campaña navideña, lo cierto es que en estos cuatro últimos años con descensos continuados del paro, la tasa de temporalidad se ha mantenido siempre en torno a ese porcentaje. En diciembre incluso se situó en Elche casi cinco puntos por encima de la media provincial, que es del 85%

Carmen Palomar, secretaria general de CC OO Vinalopó-Vega Baja, destacaba ayer que los números de diciembre «no difieren mucho de los otros meses y seguimos con la tónica de la temporalidad». Añadía que estas comarcas se realizaron ese mes 4.873 contratos menos que en el mes de noviembre, «y como se ha puesto de manifiesto estos días en informes publicados, hay personas que incluso teniendo un contrato no llegan a final de mes».

Palomar añade que la elevada temporalidad pone de manifiesto «la precariedad y flexibilidad de la contratación; es algo para preocuparse y ocuparse de esta situación». Es uno de los efectos «de la reforma laboral, que ha posibilitado aumentar la precariedad y la bajada de salarios en términos generales».

La secretaria comarcal considera necesario «que brecha social no vaya a mas», para lo que reclama «una contratación de mayor calidad, y sobre todo rigurosidad y responsabilidad empresarial».

Por su parte, Ismael Senent, secretario general de UGT Muntanya-Vinalopó-Vega Baja, denuncia los «abusos de contratos temporales y a tiempo parcial, produciendo una continua pérdida de calidad en el empleo». Añade que esta precariedad «se extiende a las personas en desempleo, ya que continúa descendiendo la tasa de cobertura de desempleados con prestación».

Senent defiende la necesidad de «garantizar la protección social, reforzando las prestaciones por desempleo junto a políticas activas de empleo». Además de «reponer los derechos de los trabajadores y derogar en su totalidad la reforma laboral, que sólo ha conseguido degradar las condiciones laborales».