Lola Torrent
Jueves, 12 de enero 2017, 01:02
El Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) inauguró ayer la exhibición, como pieza invitada, de 'La Belle Société', del pintor René Magritte durante un acto al que asistieron el edil de Cultura, Daniel Simón; el concejal de Ciudadanos Vicente Buades; la conservadora del MACA, Rosa María Castells y la responsable de Colecciones y Exposiciones de Fundación Telefónica, Laura Fernández. Una obra, según Castell, «excelente e incontestable» cuya cesión temporal comenzó a gestionarse con la Fundación Telefónica - propietaria del lienzo- hace año y medio. El cuadro ha llegado a Alicante después de haberse exhibido en el Museo de Arte Moderno de Tokio y en Kioto.
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La muestra de esta obra pintada entre 1965 y 1966 supone la primera de una serie de iniciativas que va a organizar el ayuntamiento en 2017 con motivo del 40 aniversario del MACA - antiguo Museo de la Asegurada-. «Este espacio es uno de los más antiguos y pioneros y juega en la primera división de los museos de arte contemporáneo», afirmó el edil de Cultura. Una opinión compartida por la responsable de exposiciones de la Fundación Telefónica. Laura Fernández conoció el MACA durante un viaje privado a Alicante de carácter familiar. Tras su visita se puso en contacto con Rosa María Castell y se inició entre ambas una relación de colaboración cuyo primer fruto ha sido la cesión de la obra de Magritte. «Solo prestamos obras de nuestra colección a instituciones de mucha calidad que cumplen con las condiciones que exigimos», afirmó. Es la primera vez que se exhibe en Alicante un cuadro del célebre pintor y compartirá espacio hasta el 22 de mayo con las obras de la Colección Arte Siglo XX.
El bombín, la gabardina, la manzana, la ventana, la vegetación o las nubes son imágenes que se repiten en sus cuadros desde un enfoque surrealista . « Utiliza mucho el recurso de la metamorfosis. Transforma los objetos en algo inesperado. Es un maestro de lo ambiguo», explica Fernández.
Rosa Castell aludió a la admiración que Eusebio Sempere sentía por Magritte. Prueba de ello, recuerda, fue usar el recurso del bombín durante una muestra que realizó en 1963 o que, en una ocasión, el artista alicantino se hiciese fotografiar con el icónico sombrero. «El bombín emparenta a Sempere y a Magritte», aseguró.
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