El pintor Sixto Marco recibe a título póstumo el máximo galardón de la UA

La Universidad de Alicante (UA) ha hecho entrega hoy, a título póstumo, del máximo galardón de la institución académica, el Laurel de Oro, al pintor ilicitano Sixto Marco en reconocimiento de su "trascendental trabajo artístico", en un acto celebrado en el centro museístico (MUA) de la entidad docente

El rector de la UA, Manuel Palomar, ha señalado en su intervención que éste es un reconocimiento que la UA "debía" a Sixto Marco, ligado "siempre a su Elche natural", y que "a punto estuvo de recibir, pero su fallecimiento lo frenó".

"Nuestro deber es reconocer el legado de nuestros poetas, nuestros pintores. Nuestra sociedad necesita de los pintores para entender el mundo que nos rodea, para entender dónde estamos y dónde vamos, y Sixto Marco ha contribuido, de manera notable, a este empeño", ha destacado Palomar antes de hacer entrega del galardón al hijo del artista, también Sixto Marco.

"Con la entrega de este galardón, materializamos nuestro compromiso de institución vertebradora de nuestra tierra y de su gente, de sus paisajes y de sus territorios, de sus personalidades y, también, de los conocimientos y los legados que nos dejan, que nos comprometemos a referenciar y difundir", ha manifestado el rector de la UA.

El encargado de realizar la laudatio del homenajeado ha sido el catedrático de Pintura y profesor de la UA José Piqueras.

En su intervención, Piqueras ha revisado las distintas etapas artísticas del pintor ilicitano, entre las que ha resaltado las "distintas miradas" con las que observó "su ciudad, el Misteri d'Elx, las cosas pequeñas en su etapa microcósmica, la denuncia social y los desfavorecidos, el surrealismo o el cometa Halley, en sus últimas creaciones".

Por su parte, el hijo del artista homenajeado ha agradecido a la UA y a los familiares y amigos presentes el reconocimiento hacia su padre.

También ha destacado "el esfuerzo" del rector de la UA por adherirse a los actos del centenario del nacimiento de su padre con esta distinción y al profesor José Piqueras por "el extenso conocimiento y trabajo en la obra" de su progenitor.

La huella de Sixto Marco queda vigente en distintos proyectos que llevó a cabo en colaboración con otros ilicitanos, como la Escuela de Pintura de L'Hort del Xocolater (1975), el Museo de Arte Contemporáneo (1980), el de Escultura al Aire Libre (1987) o el de la Industria (1990).

Sus pinturas tuvieron una excelente acogida y hay obras suyas colgadas en museos españoles y de Nueva York, Londres o París, entre otras ciudades europeas.

"Unas obras fáciles de reconocer por su especial originalidad y un estilo distinto, y por su variación ilimitada", ha revelado Piqueras.