Desahuciada una pareja en situación de vulnerabilidad de un piso del barrio Juan XXIII de Alicante

Carmelo y Nuria, una pareja de 55 años en situación de vulnerabilidad social, han sido desahuciados este jueves del piso en el que residían en el pasaje San Juan de la Cruz, en el barrio Juan XXIII de la ciudad de Alicante.

Así lo han informado desde el Sindicat de Barri de Carolines, que se ha concentrado a las puertas del edificio para tratar de impedir el desahucio, que finalmente la comitiva judicial ha ejecutado, con la presencia de agentes de la Policía Nacional.

En un comunicado, el colectivo ha explicado que esta acción estaba programada para el pasado 3 de abril, pero que se pospuso porque Nuria sufrió una crisis nerviosa durante la ejecución. Además, esta mujer «padece un trastorno psicológico» y un problema de salud «que reduce su movilidad hasta el punto de permanecer encamada durante días».

Y ha añadido: «Carmelo debe cuidar de Nuria y se topa con barreras infranqueables para encontrar empleo, precario en el mejor de los casos, que supone serios problemas para pagar los elevados precios del alquiler de la ciudad de Alicante».

El Sindicat de Barri de Carolines sostiene que «esta pareja ha sufrido violencia rentista durante años», ya que, «en el pasado, una subida de 400 a 500 euros les obligó a abandonar la habitación del piso que alquilaban y vivir en un albergue durante unas semanas», hasta que encontraron este inmueble, del que han acabado desalojados.

«Al entrar a vivir al piso, se hizo evidente el estado de dejadez y descuido de este, con una plaga de chinches que ponía en peligro la salud de la pareja. Carmelo y Nuria vieron cómo el espacio destinado para su descanso y tranquilidad se convertía en una pesadilla. El estado del inmueble empeoró la salud de Nuria y aumentaron sus visitas a los servicios de urgencias del Hospital General de Alicante», han afirmado desde este colectivo.

El Sindicat ha explicado que la propietaria del inmueble, que no es de nacionalidad española, denunció a la pareja por impago. En respuesta, el Sindicat ha asegurado que ofreció a la dueña «volver a un contrato de alquiler» o «la compra del inmueble», pero que rechazó ambas propuestas.

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