Un estudio revela que la pandemia provocó pérdidas de 2.700 millones de euros en la hostelería alicantina y destruyó 10.000 empleos

La crisis derivada del Covid-19 ha provocado pérdidas en el sector de la restauración de la provincia de Alicante de 1.800 millones, lo que supone una caída del 39 por ciento respecto a 2019 y la destrucción de casi 8.000 empleos. Asimismo, ha supuesto la pérdida de 10.000 empleos en la hostelería, un 12 por ciento menos que el año pasado, lo equivalente a una caída en la facturación de 2.700 millones a causa de la pandemia.

Estas son las principales conclusiones del documento 'Impacto del COVID-19 en la hostelería' que ha sido elaborado por 14 asociaciones que conforman el sector de la hostelería en la provincia en colaboración con la Diputación de Alicante y que se ha presentado este lunes en la capital.

En el evento han participado el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, el presidente de la asociación de restaurantes de Alicante (ARA), César Anca, y Pedro Valdés, responsable de la consultoría encargada de dicho estudio.

El informe también detalla que la caída del negocio en Alicante ha sido inferior a la media nacional "por el menor impacto de la crisis sanitaria en la provincia hasta finales de año y su menor afectación del consumo local".

En concreto, la caída de la facturación en la hostelería ha sido del 47 por ciento. A nivel nacional la pandemia ha generado unas pérdidas del 51 por ciento, o lo que es lo mismo, unos 66.500 millones de euros respecto al año pasado.

El estudio se centra en tres fases. La primera de ellas aborda el el impacto de al Covid en el sector en 2020 y las previsiones en 2021, así como las primeras medidas de implantación. La segunda hace referencia a la creación de una plataforma de acompañamiento al hostelero y la tercera apunta hacia un plan de acción desde el punto de vista de la ejecución que desliza dos propuestas, un programa de información interna y un 'lazarillo' digital.

Valdés ha resaltado que la provincia, durante las primeras dos olas del Covid-19 en marzo y noviembre registró "sistemáticamente" contagios por debajo del nivel nacional -menos del 50 %-. En cambio, la tercera ola manifestó "una gran virulencia" en la provincia con números de contagios "muy por encima" de los niveles nacionales.