EP / C. C.
ALICANTE.
Viernes, 18 de octubre 2019, 01:34
María Antonia Martínez, hermana de María del Carmen Martínez, asesinada de dos tiros en la cabeza en 2016 en Alicante, describió ayer al acusado por el crimen, Miguel López, yerno de la víctima, como un hombre «impulsivo, gran manipulador y con un pronto malo». También declaró que sus tres sobrinas no aceptaban el testamento del padre, el expresidente de la CAM, Vicente Sala, que falleció en 2011.
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María Antonia declaró ayer en la cuarta sesión del juicio por el crimen de María del Carmen, ocurrido el 9 de diciembre de 2016 al recibir dos disparos en las instalaciones de Novocar, que regentaba Miguel López, casado con la hija pequeña de los Sala y único acusado. Preguntada por el jurado popular si le constaba que Miguel López hubiera contratado un sicario, contestó que no sabía lo que cada persona tenía en su mente. También manifestó que la relación era «malísima» y que había comentarios de que «hasta que la mamá no se muera no podemos tirar a Vicente -hijo- de la empresa». La hermana de la víctima declaró que las cosas se torcieron cuando murió Vicente Sala padre, pero que fue en 2014 cuando se vallaron las casas y la relación fue «de mal a peor», explicó a preguntas del fiscal.
María Antonia, que durante su declaración no pudo aguantar la emoción, relató que el 9 de diciembre de 2016, sobre las 18.00 horas llevó a su hermana a recoger su vehículo a Novocar. La testigo explicó que llegaron al taller 25 minutos más tarde. «Al ver a Miguel que nos estaba saludando desde lejos, me resultó tan desagradable que le dije a mi hermana: bájate del coche que yo me voy, y opté por ir a la finca por no coincidir con él», declaró. También afirmó que Miguel López nunca les había atendido y «nunca» les había entregado ningún coche.
Ayer también declararon las cuñadas de Miguel López, Mar y María Antonia Sala, que negaron que el acusado las manipulara como sostiene la acusación particular.Por otro lado, ambas negaron haber visto a uno de los nietos hacerle a la abuela -la víctima- el gesto de que la iba a degollar, ni tampoco vieron el empujón que, presuntamente su otra hermana, Fani, mujer de López, dio a la tía. Eso sí, admitieron que las tres ordenaron a sus hijos que enviaran un mensaje de WhatsApp a su abuela quejándose por la situación económica en la que se quedaban las hijas con el reparto de la herencia familiar.
Las hermanas manifestaron que se enteraron del fallecimiento de su madre a raíz de la llamada que Miguel López realizó a su mujer Fani, diciéndole que a su madre le ha pasado algo y que estaba el SAMU en Novocar. Eso, pese a que, a López le avisaron de los sucedido estando en su casa, donde las tres hermanas mantenían una reunión. Ambas confirmaron que Miguel estuvo unos minutos en la casa hasta que recibió una llamada telefónica que atendió en la cocina y se marchó. En cuanto a la afición de López por las armas, que se ha destacado en varias ocasiones en este juicio, aseguraron que es una afición que comparte toda la familia.
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