El juez manda a prisión al detenido por asesinar presuntamente a su pareja en l'Alfàs del Pi

El titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Benidorm ha decretado esta tarde el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del hombre detenido como presunto autor del crimen a cuchilladas de su pareja sentimental en la localidad de l'Alfàs del Pi. El detenido queda investigado ahora en una causa abierta por un delito de homicidio, sin perjuicio de ulterior calificación.

Además, el arrestado también está investigado por supuestos malos tratos a la fallecida cometidos con anterioridad al homicidio, en el marco de otro procedimiento que fue incoado por el mismo órgano judicial el pasado lunes a raíz de un atestado de la Guardia Civil.

Rocío, la mujer de 44 años que fue asesinada, presuntamente por su pareja sentimental en l'Alfàs del Pi, trató de defenderse de una agresión en la que, según el informe preliminar de la autopsia, recibió más de diez puñaladas así como varios golpes en la cara y otras partes del cuerpo. Según las pruebas forenses, la víctima trató de defenderse de ese ataque mortal, aunque acabó perdiendo la vida a causa de la gravedad de las heridas que seccionaron varias arterias y venas principales.

El principal sospechoso, su pareja sentimental, fue detenido en el interior de un prostíbulo de la localidad de Cox apenas unas horas después de que la Guardia Civil encontrara el cuerpo de la víctima en el interior del domicilio que ambos compartían en l'Alfàs del Pi.

La víspera del asesinato, Rocío acudió, animada por un grupo de vecinos conocedores de su terrible día a día y de la Policía Local, que también había acudido en varias ocasiones al domicilio por avisos de violencia machista contra ella; al cuartel de la Guardia Civil de Altea para presentar una denuncia por dos agresiones por parte del ahora detenido.

Sin embargo, una vez en la casa cuartel de la Benemérita en la Villa Blanca y tras prestar declaración, Rocío no quiso que se aplicaran medidas de protección. Pese a ello, la Benemérita decidió activar el llamado Protocolo 0, es decir, mantener contacto telefónico constante con la víctima para monitorizar en todo momento su situación.

A la vez, los agentes iniciaron las pesquisas para localizar al agresor, que se encontraba ya entonces en paradero desconocido. En una de esas llamadas, incluso, la víctima llegó a confirmar a los agentes que se encontraba en compañía de su pareja y que ambos se comprometían a acudir al cuartel de la Guardia Civil, pero eso nunca sucedió.

Esa fue, de hecho, la última vez que la Benemérita y la asesinada hablarían, ya que en las siguientes llamadas su teléfono dejó de dar señal, lo que provocó que se elevara la calificación de su caso a riesgo extremo. Fue en ese momento cuando los agentes se desplazaron al domicilio. Al accerder, encontraron su cuerpo sin vida.

Esa misma medianoche del martes al miércoles, el supuesto asesino fue capturado en un prostíbulo a unos 100 kilómetros al sur de la provincia, en Cox. El principal sospechoso ya contaba con antecedentes por maltrato con respecto a una pareja anterior, de la que estaba separado y con la que tiene dos hijos.

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