La lluvia obliga a suspender la bendición de la Santa Faz desde el castillo de Santa Bárbara

La ciudad de Alicante vive este jueves, por segundo año consecutivo, una celebración atípica del día de la Santa Faz, como consecuencia la pandemia del coronavirus, con ausencia de la tradicional romería y la celebración de una misa a puerta cerrada, que oficiará el obispo de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui.

Por segundo año consecutivo ha sido imposible trasladar la santa reliquia desde el monasterio al Castillo de Santa Barbará. El año pasado fue la pandemia la que impidió ese desplazamiento y hoy ha sido la lluvia la que privado a los alicantinos de esa bendición desde la fortaleza.

La Misa Oficial se ha desarrollado con normalidad desde las 10 horas y han sido las Monjas de la Sangre, custodias del santuario, quienes han cantado en la Eucaristía. Por vez primera han sido dos concejalas quienes han desempeñado el cometido de síndicas para extraer la Santa Faz de la hornacina del camarín, en un templo cuyo entorno permanecerá cerrado para evitar aglomeraciones. Las síndicas han sido las ediles Mari Carmen de España y María Conejero.

El alcalde, Luis Barcala, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que no acuda al monasterio este jueves, ya que permanecerá cerrado durante la mañana. "La actual situación nos lleva a pensar en una Santa Faz 365. Es decir, tenemos todo un año para cumplir con la tradición y no ceñirnos únicamente al día de La Peregrina", declaró el primer edil.

La Concejalía de Seguridad ha organizado un dispositivo especial en el que se van a movilizar 350 policías locales, así como efectivos de bomberos del SPEIS y voluntarios de Protección Civil, para garantizar la seguridad durante todo el día festivo de Santa Faz y que se cumplan las medidas 'anticovid', tales como evitar botellones en las playas y aglomeraciones.