La sexta mascletà centra su artillería en la fase final y obliga a intervenir a los bomberos

La Pirotecnia Coeters Dragón dividió ayer el cuerpo central de la sexta mascletà del XXXII Concurso en siete fases aéreas y terrestres, que fueron in crescendo. El disparo, en la Plaza de los Luceros, comenzó con cuatro partes aéreas con distintos efectos -trueno de aviso, silbadoras, roncadoras y efectos de cracket-. Al cuerpo central le siguió un potente terremoto en la fase final conformado por la parte aérea con truenos de aviso, con un tiempo de 6,32 minutos.

Una de las características más destacadas de la mascletà fue que tanto el cuerpo central como los terremotos finales se dispararon, al unísono, desde la parte de la Plaza de los Luceros recayentes a las avenidas de Alfonso El Sabio y de la Estación. La masa reglamentada se cifró en 150 kilos.

La potencia de la mascletà obligó a intervenir a un camión de bomberos para sofocar un fuego que se originó en el tronco de una palmera que estaba situada en el medio de la Plaza de los Luceros.