EFE
ALICANTE.
Martes, 28 de enero 2020, 01:04
El juicio por el crimen del alcalde de Polop, Alejandro Ponsoda, entra en la recta final de la numerosa ronda de declaraciones. Ayer, una prima hermana de la víctima relató ante el jurado popular que justo después del entierro, el sucesor en la alcaldía y considerado principal cabecilla, el también popular Juan Cano, se dirigió a un restaurante y brindó con champán.
Publicidad
Cano es uno de los siete acusados en este crimen junto al empresario del calzado Salvador Ros, el dueño y el gerente del club de alterne donde supuestamente se fraguaron los hechos, Pedro Hermosilla y Ariel Gatto, y los tres supuestos sicarios, todos los cuales se enfrentan a una petición de 25 años de cárcel por asesinato salvo los tres últimos, a quienes se demanda 27 al sumarse la tenencia ilícita de armas.
La prima del alcalde asesinado trasladó a los seis hombres y tres mujeres del jurado que un amigo le desveló que, justo después del entierro del alcalde, Cano se dirigió a la venta 'La Muntanya' de la cercana población de Benimantell con otras personas y que allí «brindó con champán».
Este episodio suscitó el interés de la presidenta del tribunal del jurado, la magistrada Cristina Costa, quien pidió el nombre de la persona que le contó la situación. La testigo continuó que, al enterarse, pidió a ese amigo informar de todo a la Guardia Civil pero que éste no lo hizo porque «tenía miedo» a la posible reacción de Cano, que en ese momento era el teniente de alcalde, concejal de Urbanismo e inminente presidente de la corporación de este pequeño municipio alicantino. En su testimonio, la testigo reiteró que Cano «sentía odio» hacia su primo, el alcalde, y manifestó que «lo humillaba y lo insultaba».
La prima del alcalde fallecido aseguró ayer que Cano odiaba tanto a Ponsoda como al resto de la familia por el simple hecho de «ser parientes», y aseguró que el sucesor de su primo les insultaba y les negaba el saludo al cruzarse por la calle. En este punto, también afirmó que Cano no dio el pésame a la familia, ni tan siquiera «una palabra de consuelo a las hijas ni a mi tío».
Publicidad
La testigo también relató que los habitantes de Polop de la Marina están «todos cagados» con respecto a Juan Cano porque, en referencia al círculo de éste último, «son gente a las que hay que tener miedo».
El crimen de Alejandro Ponsoda se produjo el 19 octubre de 2007 cuando regresaba a su domicilio, situado en la pedanía de Xirles. Según el sumario recibió tres disparos, aunque sólo uno de ellos le impactó en la cabeza, lo que acabó provocando su muerte ocho días después en el Hospital General de Alicante. Cano le relevó al frente de la alcaldía como número dos de la lista del PP hasta que, al cabo de dos años, fue detenido junto a los otros seis acusados por, supuestamente, orquestar y ejecutar el crimen con el móvil de un odio personal.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.