Adiós al último peaje de la Comunitat Valenciana

El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha aprobado prorrogar un año la gratuidad de la AP-7 Circunvalación de Alicante y ya trabaja para levantar definitivamente el peaje de la autopista ante los «buenos resultados» que está arrojando la prueba piloto -activada a mediados de julio de 2024- para descongestionar la A-70 y mejorar las condiciones de circulación y la seguridad vial.

Se trata del único tramo de carretera que tenía peaje en la Comunitat Valenciana se encuentra en la AP-7, entre Alicante y Cartagena y el Ministerio destaca ahora su «apuesta» por la liberación definitiva para que esta sirva como «alternativa cómoda, segura y eficaz» al tráfico, especialmente de largo recorrido.

El objetivo de la gratuidad es promover el trasvase de los tráficos de largo recorrido y pesados de la autovía A-70, que estaba «al borde» de su capacidad máxima, a la autopista de circunvalación, «infrautilizada», según ha anunciado Transportes en un comunicado.

En este sentido, se pretende «mejorar el servicio y la seguridad vial y reducir las emisiones contaminantes, fomentando el uso de las infraestructuras existentes».

De esta forma, la bonificación del cien por cien del peaje se extiende así hasta el 15 de febrero de 2026 y, durante este año, el Ministerio «impulsará los trámites para su liberación definitiva».

La prórroga entrará en vigor el día 16 de febrero de 2025, previa publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la Resolución de la Secretaría General de Transporte Terrestre que autorice a Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt), que gestiona la autopista, a su aplicación.

Desde el Ministerio de Transportes subrayan que durante los primeros cinco meses de gratuidad de la AP-7 Circunvalación de Alicante se han realizado análisis de tráfico que arrojan resultados «muy positivos» y confirman los «beneficios» de la medida para descongestionar la A-70, donde se ha constatado una reducción del tráfico «nada desdeñable» y se ha evidenciado una «notable mejora» de su situación de saturación.

Por ejemplo, en otoño, entre septiembre y noviembre de 2024, se ha registrado una reducción de los atascos de entre el 19 y el 34 por ciento en horas de congestión leve y de entre el 18 y el 43% en las de grave.

Asimismo, se ha duplicado la demanda de tráfico de la AP-7, que mantiene un nivel de servicio «óptimo» y, además, se han reducido los tiempos de recorrido por el levantamiento de barreras.

En los meses estivales, julio y agosto, la supresión del peaje de la AP-7 ha ofrecido resultados más favorables con reducciones de los atascos de entre un 64 y un 74% en las horas de congestión leve y de entre un 69 y un 74% en las de grave.

Además, los informes muestran que la descongestión de la A-70 se ha traducido en una «reducción significativa» de los consumos de combustibles y, por tanto, de emisiones de CO2 y contaminantes, que se cuantifica en el 14% en sentido creciente-sur y en el 24% en el decreciente-norte, al evitarse las arrancadas y paradas de motor propias de los flujos inestables. Para llegar a esta conclusión, se ha realizado un cálculo en base a la información obtenida de vehículo conectado.

Igualmente, el análisis coste-beneficio simplificado muestra que la liberación del peaje produce un «beneficio social» estimado en 16,8 millones de euros anuales y el principal es el ahorro de tiempo, tanto de los usuarios que pasan a la AP-7 como de los que permanecen en la A-70 descongestionada.

Respecto a la mejora de la seguridad vial, los estudios infieren una «significativa reducción» de la dispersión de las velocidades de los vehículos que circulan por la A-70, lo que implica una velocidad más homogénea. Este factor, según Transportes, redunda en una menor probabilidad de que ocurran accidentes.

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