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Portada de Nature que reconoce el valioso trabajo de investigación del equipo de ingenieros de la UPV..

El lagarto que asegura edificios y seduce a Nature

La prestigiosa revista reconoce un proyecto de la Politècnica: un equipo de ingenieros idea una estrategia que evita que colapsen construccoines en una investigación pionera a nivel mundial

Jorge Alacid

Valencia

Jueves, 16 de mayo 2024, 01:26

A las afueras de Valencia, un solar incrustado dentro de un polígono ejerce como particular laboratorio de ensayos de un equipo de ingenieros de la ... Universitat Politècnica que ejecuta sobre esa parcela un ejercicio casi circense: el más difícil todavía, consistente en su caso en idear una vanguardista modelo de protección que evite que se vengan abajo edificios y otras infraestructuras (puentes, por ejemplo), en situaciones de catástrofe natural o forzada. El catedrático José Miguel Adam, que lidera este grupo de investigación pionera a nivel mundial, es el sacerdote supremo que oficia la liturgia, hipnótica: prueban a demoler las construcciones... sin éxito, porque antes implantan un novedoso sistema de seguridad que impiden el colapso esas estructuras según una estrategia que también convence a (nada menos) la prestigiosa revista Nature, que acaba de publicar un artículo donde reconoce el mérito de estos investigadores. «Es un puntazo», dice Adam, inmensamente feliz mientras hojea la portada de la publicación donde aparecen sus hallazgos.

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Es por cierto la primera vez que la revista publica un artículo de investigación en el campo del diseño y construcción de edificios. Los editores de Nature se habrán visto seducidos por las enormes ventajas que se observan en esta investigación y también tal vez por un elemento narrativo que Adam suele emplear cuando explica la génesis de su trabajo: imitar el modo en que los lagartos se protegen de los depredadores al liberar sus colas cuando son atacados. Desde su despacho de la UPV, el catedrático, nacido en Llombai en 1975, confesaba ayer la inmensa satisfacción que embarga a su equipo («Vamos a estar de celebraciones hasta agosto», bromeaba) ante un reconocimiento que es también un apoyo al conjunto del campus y de la ciencia valenciana. Y es además una investigación que del orden teórico pasa con cierta facilidad a la práctica: en las instalaciones del campus, Adam y sus compañeros prueban réplicas de construcciones para aplicarles las tensiones propias de un accidente o un terremoto y extraer en consecuencia lecciones de casi inmediata aplicación.

¿Cómo? Pues siguiendo el citado ejemplo del lagarto o fijándose también en la forma en que las redes eléctricas se protegen frente a sobrecargas, al conectar diferentes segmentos de la red mediante fusibles eléctricos. «Con nuestros diseños, el edificio presenta continuidad estructural bajo condiciones normales de funcionamiento, pero se segmenta cuando la propagación de un fallo es inevitable, reduciendo el alcance del colapso y evitando el derrumbe total», apunta Nirvan Makoond, uno de los colaboradores de Adam junto con Andri Setiawan y Manuel Buitrago; todos ellos miembros del ICITECH de la UPV. Científicos y también un poco artistas. Adam suele defender la parte creativa del trabajo de ingeniería que dirige, aunque sus palabras apuntan incluso más lejos: a su condición de hacedor de milagros. «Queremos edificios que no se rompan nunca», avisa.

Nature parece estar de acuerdo: de premio, Valencia llega a su portada.

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