CASAS QUE HABLAN

La nueva vida de una vivienda noble en El Pla del Remei

¿Y hasta qué punto intimida a las autoras del proyecto intervenir en un espacio de esas características? «Más que intimidar», responden, «nos ilusiona poder ser participes de un reto de estas características y poder desarrollar nuestra arquitectura y diseños en edificios tan bonitos y solemnes de la ciudad». Y añaden: «Nos gusta que los espacios transmitan calma y serenidad». Un espíritu que se refleja en este proyecto, denominado Casa Ana porque les gusta bautizar con nombre de mujer (de mujeres cercanas a ellas) cada una de sus creaciones. «En este caso», prosiguen, «al ser una vivienda con un estilo más clásico en el que queríamos mantener molduras de techos y paredes, buscamos un equilibrio jugando con pocos materiales para dar como resultado un hogar en armonía».

Prueba superada. Ambas confiesan que «por suerte todavía quedan profesionales en el sector» que aseguran las piezas de moldura se hayan podido replicar según el modelo original, que se encontraron muy deterioradas. «A partir de un trozo de moldura original, se crea un molde que luego es el que permite replicar perfectamente», señalan sobre esta labor artesanal que reclamó el concurso de gremios muy especializados. «Son trabajos más costosos y laboriosos pero que merecen la pena por sus resultados». Su satisfacción con el desenlace de su proyecto, ahora que ya su cliente habita el piso, es muy evidente; sobre todo, porque han salvado el reto principal, consistente en eliminar de la vivienda todos los espacios «muy compartimentados» que se encontraron, «muchos de ellos muy oscuros por la poca entrada de luz natural».

Mejorar la luminosidad de la vivienda suponía precisamente uno de sus propósitos más trascendentales cuando recibieron el encargo y ahora las imágenes hablan que acompañan estas líneas hablan por sí mismas: un espacio espectacular, donde brilla la luz natural de Valencia. Su cliente quería lo que finalmente ha conseguido: había adquirido la casa con la intención de reformarla a su gusto «y de acuerdo a sus necesidades» y ahora valora disponer de una vivienda donde puede disfrutar de las características propias de estos inmuebles: techos altos, molduras artesanales, carpinterías de madera... «Son aspectos que aportan valor a la vivienda», concluyen.