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Ruta por Nueva York de la mano de Guastavino

De Valencia a Manhattan: un viaje por las obras que ideó el arquitecto valenciano por la Gran Manzana, desde su ingenio como autor de bóvedas a su tendencia al uso de cerámica de inspiración mediterránea

Jorge Alacid

Valencia

Domingo, 3 de septiembre 2023, 00:18

EL Oyster Bar de Nueva York, totémico local alojado en Grand Central, la no menos emblemática estación de tren neoyorquina, suele ejercer como bandera de ... las obras que el arquitecto Rafael Guastavino, nacido en Valencia en 1842, firmó en la lejana Manhattan. Es un hermoso ejemplo de su ingenio constructivo pero desde luego no el único. Su legado se extiende por Nueva York a través de un rosario de obras distinguidas por su característico estilo, con propensión a los techos abovedados donde se registra su sello más personal. Una ruta programada por 'Untapped NY', la publicación que con extremo celo se dedica bajo la dirección de Nicole Saraniero a divulgar la herencia de Guastavino en la Gran Manzana, sirve para corroborar la magnitud de su obra y su enorme vigencia y riqueza. Es también una guía turística a escala: visitar Nueva York con los ojos del autor del Oyster Bar y otras maravillas.

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1 Ellis Island

Bienvenido a Manhattan

El recorrido se debe iniciar por los cimientos: Ellis Island, el mítica acceso a Manhattan tantas veces recreado en el cine y la televisión, es también la puerta de entrada para profundizar en la obra de Guastavino. En esa isla que ejerce de aduana para inmigrantes (y que se puede visitar), el arquitecto valenciano dejó para la posteridad una de sus conocidas cúpulas rematando el legendario edificio que se inauguró en 1900. La aportación de Guastavino llegó 18 años después: desde entonces, por la célebre e intimidante Sala de Registro desfilan cada día unas 5.000 personas, sobre cuyas cabezas habita el genio de un arquitecto de quien tal vez no hayan oído hablar pero que les da la bienvenida con su particular código artístico.

Dos Oyster Bar

Marisco con azulejos valencianos

Ubicado en el nivel inferior de Grand Central Terminal, la reconocible estación del centro de Manhattan, el Oyster Bar & Restaurant lleva sirviendo ostras y otros mariscos desde 1913. Toda una institución de Nueva York, famosa por albergar la más conocida creación de Guastavino: su bóveda en espiga adornada por azulejos de inspiración valenciana. Un restaurante subterráneo con una acusada influencia de una obra capital para nuestro arquitecto: la bodega situada bajo la Lonja.

3 Grand Central

La galería que susurra

Un consejo para quienes sigan esta ruta: no se marchen de Grand Central sin antes detenerse en otra de las criaturas alumbradas por el genio valenciano. En la estación se aloja la llamada la Whispering Gallery, un entramado de bóvedas que conectan los corredores situados bajo tierra y que, como su nombre en inglés menciona, sirven para el juego del susurro: si hablas en voz baja a alguien situado en la diagonal opuesta a través de los arcos, milagro. Se escucharán, en efecto, susurros a lo lejos como si uno estuviera al lado del otro. Otra maravilla nacida de la imaginación de Guastavino, una obra inaugurada en 1900 que desde entonces guarda un secreto sin resolver: si se construyó con esa intención o si el fenómeno acústico obedece a la propia lógica constructiva. Un sutil misterio que se añade al propio encanto del edificio.

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4 Hotel Biltmore

Una bóveda y un reloj

Algunas historias tienen un tono como de cuento narrado a la luz de la chimenea. Veamos por ejemplo qué ocurrió un día, cuando un guía que conducía a las visitas por las genialidades que dejó Guastavino en Grand Central reparó en su parecido con otras similares localizadas muy cerca, en el hotel Biltmore, otro emblema de Nueva York. En el pasado reciente, el hotel formaba parte del complejo de edificios de la estación así que tenía todo el sentido que los restos de aquel pasado en común, un túnel abovedado que remata un popular reloj dorado, nacieran también en la factoría Guastavino: además de arquitecto, era un hombre de negocios que patentó en su favor muchas de sus creaciones, que le sobreviven.

5 Universidad de Columbia

Capilla de San Pablo

Nuestro viaje salta ahora hacia el norte de la isla, en dirección a la capilla de San Pablo, ubicada en el campus de la Universidad de Columbia, donde nos podremos admirar de otra maravilla ideada por Guastavino. Azulejos brillando tanto en la escalera como en la cúpula del templo, según un sentido decorativo de inspiración mediterránea al servicio de un prodigio constructivo: hasta seis capas de tejas en la bóveda.

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6 Ayuntamiento

Todas las cúpulas

El llamado Edificio Municipal de Manhattan (vulgo, Ayuntamiento) también mereció la intervención de Guastavino, quien ideó una serie de elegantes bóvedas para cubrir el espacio, adaptando a sus diversas formas tres formas básicas: la bóveda de cañón, utilizada a lo largo de las columnatas; lunetas curvadas entre las columnas; y bóvedas de arista, para dar cabida a los polígonos de diversas formas que abarcan las columnas internas. Deslumbrante.

7 Puente de Queensboro

Casarse en el espacio Guastavino

Llegamos a otra cumbre del catálogo de nuestro héroe: un espacio para eventos bautizado como Guastavino's en su honor, una zona abovedada y decorada con azulejos bajo del puente Ed Koch Queensboro. Muchas parejas utilizan el espacio, designado como un hito de la ciudad de Nueva York, como lugar para celebrar bodas. Se emplea también para fiestas y otras reuniones o como plató improvisado para el cine y la televisión.

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8 Catedral de San Juan el Divino

Los famosos azulejos

La Catedral de San Juan el Divino es otra visita obligada en Manhattan. Estamos en la catedral más grande del mundo, que sigue sin terminarse y dispone de una cúpula sobre la intersección de los cuatro brazos de la cruz que forma su planta, donde los constructores recurrieron a los famoso azulejos de Guastavino para cernirse sobre el crucero del templo.

9 Prospect Park

Un parque de Brooklyn

Prospect Park, un transitado pulmón verde en el barrio de Brooklyn, contiene muchas estructuras construidas con tejas de Guastavino, incluidos los refugios de entrada en Grand Army Plaza, la Willink Entry Comfort Station, el refugio de tenis y la colección de animales. La pieza más reconocida es su embarcadero, donde el talento de Guastavino brilla con especial intensidad desde que culminaron las obras de su restauración, en 1999.

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10 Zoo del Bronx

Cómo abrigar a un elefante

Nuestro itinerario regresa ahora al norte de Manhattan, al barrio del Bronx. Nada menos que en su popular zoo, donde se encuentra un edificio muy querido por los visitantes: la casa de elefantes, que cuenta con dos cúpulas adyacentes en lo alto revestidas con el característico diseño en espiga de los azulejos de Guastavino, que dirigen la vista hacia el techo abovedado del hermoso edificio, levantado en el estilo Beaux-Arts.

11 Wolfang´s Steakhouse

Visite nuestro bar mediterráneo

Otro bar donde descuella el talento de Guastavino. El Wolfgang's Steakhouse, datado en 1913, ofrecía sus servicios a los clientes del antiguo hotel Vanderbilt, situado cerca de Grand Central. Sus diferentes reformas han respetado el espectacular trabajo de mosaico al estilo mediterráneo, un apabullante juego de azulejos ornamentales policromados que merecen una visita. Y un trago.

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12 Catedral de San Patricio

Visita a la cripta

La antigua catedral de San Patricio es otro lugar que cuenta con azulejos de Guastavino, ubicados en las catacumbas subterráneas, donde están enterrados muchos antiguos arzobispos y cardenales. Es el caso de la cripta de la familia Eckert, encima de la cual se pueden ver los azulejos de Guastavino en tonos verdes.

13 City Hall

Vidrieras en la estación de metro

Otro hito que exige bajar al subsuelo: la ahora abandonada estación City Hall era conocida como una catedral subterránea, dotada de hermosas bóvedas y techos de brillante colorido. Azulejos y vidrieras rindiendo servicio a una estación diseñada como la joya de la corona del sistema de metro de Nueva York.

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14 Museo de los Indios Americanos

Un techo gigante

El trabajo de Guastavino aparece también en un acceso al Museo de los Indios Americanos como un techo abovedado gigante en la enorme rotonda bajo la cual los trabajadores alguna vez se sentaban en el gran mostrador de mármol para cobrar los aranceles. El tragaluz que sostiene la cúpula pesa 140 toneladas. Pura magia: no existe ninguna estructura metálica de soporte. El techo está realizado íntegramente en yeso y tejas mediante el famoso método Guastavino.

15 Roosvelt Island

Final de trayecto

Empezó nuestra ruta en una isla y concluye en otra: poco después de bajarse del tranvía que va a Roosevelt Island, en el tramo sur de Manhattan, un majestuoso pero pequeño centro de bienvenida, fechado en 1909, recibe al visitante, que podrá reconocer como parte de la decoración otro buen ejemplo de la habilidad de Guastavino en la manufactura de azulejos.

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Nuestro viaje ha concluido pero hay más: la obra del prolífico arquitecto se disemina por toda la ciudad. Es cuestión de ir a su encuentro.

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