Jose Forés Romero
Miércoles, 26 de noviembre 2014, 20:24
Ni la ordenanza que multa a los clientes de la prostitución callejera ha podido cerrar el histórico problema que azota al barrio de Velluters desde hace décadas. Este no es otro que el de la presencia de meretrices en las calles del barrio.
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Si bien es cierto que la situación ha mejorado con respecto a los años «duros» donde la cohabitación entre residentes y prostitutas era insostenible, lo cierto es que las dificultades y los efectos colaterales dañinos, siguen presentes en calles como Viana, Escolano o Adressadors.
No solo mujeres que venden sus cuerpos, sino también las peleas, el tráfico de drogas, y el consumo convierten el día a día, a cualquier hora de la jornada, en un infierno urbano, para el conocido como barrio chino de Valencia.
Los vecinos por lo menos, denuncian los hechos y reclaman una campaña municipal de inspección de pisos donde suben los clientes para acabar con la degradación del barrio.
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