La torre de Santa Catalina, un icono de Valencia a oscuras

La torre de Santa Catalina fue restaurada en 2002, dentro de las obras de rehabilitación de la iglesia que se iniciaron en 2001 y que finalizaron en 2004. Un trabajo que recuperaba la belleza y el esplendor de una pieza única. De estructura gótica pero de remate y concepción barroca, se convirtió con el paso de los años en un referente del centro histórico de la ciudad.

Pero a la que, desde que se finiquitaron los trabajos, le falta algo. La iluminación. «Estamos sin iluminación. No hay ninguna torre barroca en el mundo que tenga las características que tiene esta y mira» lamenta su rector Francisco Ruiz.

Unas luces que ya existían antes de su rehabilitación pero que no fueron instaladas a posteriori. «Incluso el arquitecto Casar Pinazo me dijo que lo dejó preparado todo para iluminarlo por fuera y por dentro. Luego vinieron desde el ayuntamiento e Iberdrola porque lo iban a hacer», explica Ruiz.

Hace cinco años, el rector de Santa Catalina envió una carta a un alto cargo del ayuntamiento de Valencia para solicitar la puesta en marcha de los trabajos para recuperar la iluminación, pero la respuesta que encontró no fue la esperada. «Me dijeron que técnicamente no era posible. Hombre esto no es cierto, si me dicen que es por falta de fondos, lo entiendo, estábamos en plena crisis, pero luego se les llena la boca con la torre de Santa Catalina, en fin, que me enfadé tanto que rompí la carta de la respuesta», comenta Francisco.

Con el paso de los años, el reverendo se resignó ante la situación económica que vivía y vive el país y no tiene mucha fe en que se recupere la luz de este campanario que preside majestuosamente la calle de la Paz.