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p. moreno / m. guadalajara
Valencia
Martes, 11 de febrero 2020, 13:13
Es casi inaudito que la patronal valenciana se lance a valorar la remodelación de una calle en Valencia, pero eso es lo que ha pasado con los cambios previstos por el Ayuntamiento de las líneas de la EMT en Colón. La asociación CEV Valencia pidió este lunes la convocatoria de la Mesa de la Movilidad antes de llevar a cabo dichas modificaciones, que supondrán pasar de 5 a 9 líneas, de 500 a 850 autobuses diarios y, debido a lo anterior, habilitar dos carriles bus y prohibir el acceso al tráfico privado desde la plaza Porta de la Mar a partir del próximo 23 de marzo.
La Confederación Empresarial Valenciana pidió este lunes en un comunicado de la presidenta de la sección del cap i casal, Eva Blasco, la búsqueda de un consenso antes de cualquier cambio, además de reclamar el estudio técnico en el que se apoyan las medidas citadas y que garanticen la viabilidad del tráfico. La última vez que criticó una decisión del Consistorio fue el pasado octubre por la subida de impuestos.
La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico y el Ensanche, como publicó LAS PROVINCIAS, ya cuestionó los argumentos dados por el concejal de Movilidad, Giuseppe Grezzi, acerca de que el 60% de la circulación en la calle Colón es de tráfico de paso, para incidir en que el problema se trasladará a la Gran Vía Marqués del Turia, unos diez mil vehículos diarios.
«La Mesa es un órgano de participación y debate ciudadano. Sin embargo, las entidades que la integran - empresas y asociaciones empresariales de los sectores del transporte, comercio, enseñanza, asociaciones de vecinos, sindicatos, organizaciones sociales, de usuarios o consumidores, entre otras -no han sido informadas del estudio técnico ni de los cambios anunciados desde el Ayuntamiento», dice la CEV.
Medidas precipitadas
Blasco aseguró que debe conseguirse «una movilidad que no suponga un obstáculo sino una herramienta de utilidad para todos», por lo que recomendó que «no se tomen medidas precipitadas y que un proyecto de tal calado se consensue con la ciudadanía y sectores implicados».
El presidente de la asociación de comerciantes, Rafael Torres, uno de los más críticos con lo que considera abiertamente un «engaño» del concejal Grezzi durante los últimos tres años, dijo que «no es cierto que la mayoría de vecinos avalen esos cambios. ¿Dónde están los datos?», se preguntó, para añadir que el gobierno municipal «se va a encontrar en breve con que más asociaciones que hablen en la misma línea de la CEV». A su juicio, los residentes del centro «están con los pelos de punta pensando en la ratonera que puede convertirse y el daño económico; la gente no querrá venir al centro».
Ciudad para peatones
«Nadie piensa que la ciudad es para los coches, pero los proyectos deben hacerse con sentido común», señaló. «Estamos de acuerdo con la peatonalización de las plazas y la línea C1, pero nadie habló nada de la calle Colón; ha sido un engaño burdo ocultando la parte fea y deberían perder perdón aunque han apretado filas, dudo que rectifiquen», pronosticó, para insistir en que van a pedir la paralización de cualquier cambio.
Por su parte, el alcalde Ribó tildó de «sensibilidades muy susceptibles» a los comerciantes del centro molestos por haber sido obviados en un plan de tanto calado. En la reacción del alcalde no se asomó la autocrítica. Para el primer edil a un mes vista «hay tiempo suficiente para explicarlo», antes de admitir la posibilidad de hacer algún cambio, aunque en ningún caso sobre los plazos anunciados por el concejal Grezzi a comerciantes y vecinos.
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