Denuncian el uso como prostíbulo de una vivienda en una finca de Sagunto

«Éste es un barrio relativamente nuevo. No es nada sórdido». María es el nombre ficticio de una vecina que denuncia que en la finca en la que reside, en la calle Vent de Ponent del Puerto de Sagunto, una de sus viviendas se ha convertido en un prostíbulo desde hace alrededor de dos años.

Esta vecina ha lamentado los problemas que les ocasiona que una de las casas de esta finca se destine a este fin: "Muchas veces son molestias por peleas o ruidos. La situación es, además de incómoda, insostenible. No hay derecho a que en el rellano de mi piso estén pasando desconocidos a altas horas de la noche y madrugada, tocando el timbre a los vecinos, si se equivocan, a cualquier hora. Y que nos encontremos a gente en el portal o escondidos en la escalera, esperando a que les den paso (como en una consulta)..."

Esto ha provocado temor entre todos los vecinos, pero especialmente entre algunas adolescentes, "que no quieren salir de casa de noche por el miedo que tienen de que no saben a quién se va a encontrar en el portal o en la puerta de su casa. Es horrible".

La situación también tiene algo de paradójica, puesto que tanto el aspecto como el comportamiento en general de los 'clientes' "es bastante normal. No se trata de la gente que si la ves por la calle te cambias de acera", ha explicado esta afectada.

Esto se traduce en que no pueden insistir en sus quejas debido a que los incidentes se producen de manera bastante espaciada en el tiempo: "Los vecinos ya estamos un poco resignados, pero a mí me gustaría que esta situación cambiara".

Por el momento, los intentos de los vecinos para que se deje de ejercer esta actividad han sido en vano, ya que las denuncias que han intentado impulsar no han salido adelante.

Al tratarse de una vivienda alquilada, han tratado de contactar con el propietario de la misma "que nos ha dicho que él no sabe nada". De este modo, han pedido ayuda para tratar de acabar con esta molestia.

Con respecto a las chicas que ejercen la prostitución en la vivienda "son sudamericanas y del Este de Europa principalmente", explica esta vecina, quien ha relatado que un día "las vi con las maletas y pensé 'qué bien, se van', pero al poco tiempo vinieron otras y todo continúa igual".

Esta vecina ha detallado que se trata de un barrio normal "donde viven familias con niños, hay un colegio al lado, comercios del día a día y cafeterías o bares de tipo menú. Nada de bares de copas ni zonas de botellón ni casas de apuestas", ha concluido.

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