Los cazadores de Olocau realizarán una 'minibatida' para reducir la sobrepoblación de jabalíes

Un 'gancho' o 'minibatida' en un muy punto muy concreto para reducir la sobrepoblación de jabalíes. La Sociedad de Cazadores 'La Alegría' de Olocau realizará este próximo sábado, día 10 de septiembre, una actuación en las zonas de La Sella y Presa-Solaniques.

Ginés Fernández, secretario de este colectivo, ha explicado que a lo largo de los últimos meses ha habido muchas denuncias por parte de agricultores que se han visto afectados por la actuación de estos animales. La sequía ha provocado que busquen alimento en zonas no tan usuales y crucen carreteras en las que hasta hace no tanto tiempo era más complicado verlos.

Los accidentes de tráfico, por lo tanto, han sido más numerosos a lo largo de este año: “Aunque no ha habido que lamentar daños personales graves, los coches muchas veces han quedado destrozados”, ha explicado Fernández, quien detalló que una chica vio cómo una piara, entre tres y cuatro ejemplares de jabalí, invadieron la carretera y no pudo esquivarlos.

El miembro de la sociedad de cazadores explicó que en la actividad de este sábado participarán unas 15 personas que se ubicarán en el punto en que suelen atravesar la carretera para cazar algunos ejemplares y reducir la población.

Desde el Ayuntamiento han señalado que han sido informados por parte de la Sociedad de Cazadores 'La Alegría'.

Las mismas fuentes municipales han apuntado que habrá señalización en los caminos, por lo que han rogado seguir las indicaciones y no pasar por dichas zonas durante la jornada para evitar que pueda producirse algún accidente.

La comarca del Camp de Túria ha sido una en la que se han producido un mayor número de incidentes con jabalíes, algunos de ellos peligrosos accidentes de tráfico.

A lo largo del último año, la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana ha pedido en varias ocasiones actuaciones urgentes ante la gran cantidad de accidentes causados por jabalíes en las carreteras, por ejemplo en las que unen Massamagrell con Náquera y Bétera.

Estos sucesos son recurrentes debido al incesante crecimiento poblacional de esta especie en la comarca.

Ante esta situación que definieron como "desoladora", Vicente Arnal, presidente del club de cazadores El Gavilán de Náquera, solicitó en su momento a la Conselleria de Agricultura la instalación de señales en las vías afectadas alertando de la presencia de estos animales, con el fin de que los conductores circulen de manera prudente. En lanzar este consejo también coincidió con el alcalde de Náquera, Damián Ibáñez, quien colgó varios vídeos en sus redes sociales para pedir precaución y alertar de esta situación.

Asimismo, desde la Federación se ha instado a las autoridades a que fomenten la actividad cinegética, mediante una política de menos trabas administrativas y más apoyo al sector: "Una medida efectiva que debería adoptar para reducir los accidentes a corto plazo y evitar más víctimas, sería ayudarnos al club de cazadores de Náquera a realizar ganchos y batidas, y colocar, además de la señalización en la carretera, dispositivos de luz electrónica que disuaden a los jabalíes y evitan su proximidad a las vías públicas", concluyó el presidente.

Todo este incremento de población ha desencadenado el "auténtico caos", que la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana lleva advirtiendo desde hace años: aumento de los accidentes de tráfico, el accesos de fauna salvaje a núcleos urbanos, daños a la agricultura y a las infraestructuras rurales, endogamias genéticas, epizootias e incluso zoonosis, como el caso del peligro de peste porcina o la tuberculosis.

Según datos obtenidos de la Dirección General de Tráfico, mientras que en 2009 se registraron en vías interurbanas de la Comunitat un total de 92 siniestros con jabalíes implicados, en 2019 el número de accidentes alcanzó los 669 casos.

Pese a la gestión cinegética que realizan clubes de cazadores como El Gavilán de Náquera, existe un escenario de superpoblación en el acotado, debido esencialmente a cuatro causas, que pese a obedecer a diversos factores de distinta índole, propician que la densidad de este tipo de animales crezca de forma alarmante: el despoblamiento rural y el aumento de la agricultura intensiva, el incremento de puntos de agua y la inexistencia de enfermedades y de predadores naturales.

Por una parte, explican los cazadores, el despoblamiento rural y el abandono de la agricultura tradicional provocan que cada vez más terrenos trabajados y cultivados se conviertan en masa forestal, hábitat idóneo para este tipo de animales. Además, el hecho de que no existan ya apenas rebaños acelera todavía más este proceso, ya que cuando había pastos los terrenos forestales se encontraban más limpios y menos densos.

Actualmente, la mayor parte de la agricultura que se realiza es extensiva, basada en la técnica de producción intensiva provoca que prácticamente durante todo el año existan frutos en los árboles, o cereales o vides que sirven de alimentación a la fauna de caza mayor. Estos campos, además, se riegan mediante un sistema de goteo que aprovechan los jabalíes para hidratarse en cualquier punto del acotado. Por esta razón, cada vez se ven más animales donde antes no era tan frecuente, como es el caso de comarcas de la costa valenciana.

Junto a estos factores socioeconómicos, también es un hecho que estos animales no se ven afectados por enfermedades que puedan mermar sus poblaciones, ni tampoco tienen predadores naturales, por tanto su mortandad se produce, principalmente, por ancianidad o atropello de vehículos, concluyeron desde la Federación de Caza.

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