Loriguilla estrena el puente militar sobre el Pozalet

«Necesitamos un puente». Fue el motivo de la llamada telefónica de la alcaldesa de Loriguilla, Montse Cervera, a la ministra de Defensa, Margarita Robles. Aquello ha derivado en la inauguración de un puente militar provisional sobre el barranco del Pozalet, abierto al tráfico este jueves.

El Ejército se ha encargado de la infraestructura, mientras que la Conselleria de Medio Ambiente e Infraestructura ha realizado los accesos a ambos lados, que ha tenido un presupuesto de 310.000 euros. La primera edil comentó el beneficio para los vecinos al evitar un amplio rodeo de varios kilómetros con el paso de 27 metros. La caraga es limitada y sólo se permite el paso de un vehículo cada vez.

Loriguilla está pendiente de la construcción de dos puentes, aunque el consistorio quiere que sean más largos que los derribados por la dana. El motivo es que el barranco del Pozalet tiene dos estrechamientos en este término municipal, que perjudicaron el día de la dana al desbordarse el caudal con más facilidad.

Por esta razón, Cervera trata de que el cauce sea más ancho en estos lugares. En el primero de los puentes, el ayuntamiento ha gestionado la compra de un campo de naranjos, con el fin de entregar la propiedad a la Confederación del Júcar y que ensanche el cauce.

En el otro la solución es más complicada porque afectaría a un jardín. En todo caso, la Conselleria sostiene que la reconstrucción de los dos puentes, con proyectos ya aprobados, debe ser con las mismas condiciones que los anteriores para cumplir con la legislación. Conseguir esa modificación es la clave para poder evitar riesgos de nuevas inundaciones.

Con un presupuesto inicial de 2,5 millones de euros, que se eleva a 2,7 con contratos complementarios, la Conselleria asume el coste de la rehabilitación de los dos puentes después de que el ayuntamiento haya cedido las competencias para que se haga cargo de los trabajos necesarios.

La directora general de Infraestructuras Viarias, María José Martínez Ruzafa explicó que los daños provocados por la riada dejaron incomunicados ambos lados del barranco del Pozalet. Con esta solución provisional, «los vecinos pueden acceder de nuevo a los campos, a explotaciones agrícolas y a algunas viviendas diseminadas».

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