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«Sin duda, un lugar que merece visita». Es un comentario como cualquier otro en redes sociales sobre el área recreativa de La Fenosa, en el río Turia en el término de Benaguasil. El problema es que ha desaparecido por completo, arrasado por la dana. La única zona del municipio de este tipo, por cierto.
La concejala de Medio Ambiente de la localidad, Patricia Merenciano, destaca que los destrozos de la dana se concentraron en la parte más próxima al río Turia, tanto en la zona recreativa, denominada también paraje natural por otros, como en campos de cultivo, donde los agricultores tratan de salir adelante.
Benaguasil, al igual que otras poblaciones, sufrió la dana pero no fue incluida en el listado de municipios beneficados por las ayudas del Gobierno, en concreto por los 1.745 millones de euros repartidos a través del Ministerio de Política Territorial.
A pesar de esa circunstancia, sí que está recibiendo fondos a través de la Generalitat. En cuanto a La Fenosa, la edil señala que están a la espera de que se desarrolle el proyecto de reconstrucción del Parque Natural del Turia que impulsa la Conselleria de Medio Ambiente.
La Fenosa es un paraje a seis kilómetros de Benaguasil, municipio del Camp de Túria, en la ribera izquierda del río. Antes de la dana era una de las zonas más valiosas del municipio desde el punto de vista medioambiental, un área que contaba con una notable diversidad de hábitats y especies de fauna y flora.
Incluía una zona de baño fluvial, lo que ahora está descartado por completo debido a los arrastres de las inundaciones. Además de que el fondo ha crecido (la Confederación del Júcar estima que en algunos tramos del Turia hay un metro menos de profundidad), hay residuos de todo tipo esparcidos.
Una zona de merenderos, mesas y sillas esparcidas, lo mismo que un parque infantil son historia. Ahora toca la reconstrucción con un modelo que todavía no ha sido definido, al menos no se conoce. Sí que parece clara la urgencia para acometer las obras, como señaló hace unos días el alcalde de Riba-roja, Robert Raga. La limpieza de basura en las riberas no es suficiente porque el daño fue tremendo.
Sirva de ejemplo la desaparición de las mallas de geotextil colocadas a lo largo de varios kilómetros en las riberas, cuyo propósito era impedir el crecimiento de las cañas. Estas plantas fueron responsables de agravar los efectos de la dana debido a que taponaron como si fueran diques numerosos puentes.
El caso es que en varios municipios han alertado ya de la presencia de brotes de cañaverales seis meses después. Las mallas no han sido repuestas y el riesgo de un crecimiento incontrolado está latente. A la espera de conocer detalles del proyecto de reconstrucción, sí que parece claro que la apuesta para las riberas será de arbolado autóctono, de crecimiento algo más lento quizás, pero considerado más adecuado para la reforestación.
En cuanto a Benaguasil, Merenciano indica que en la parte «baja» del municipio urge la construcción de un depósito de tormentas que evite las frecuentes inundaciones cuando hay fuertes precipitaciones. La edil añade que es algo para lo que necesitan el apoyo financiero de otras administraciones públicas.
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