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Jaume Peiró, en plena ascensión de una de las montañas que han ascendido en Angola. LP
El valenciano sin miedo de las montañas malditas

El valenciano sin miedo de las montañas malditas

Jaume Peiró forma parte de una expedición española que ha escalado por primera vez varias cimas en Angola

Manuel García

La Pobla de Vallbona

Martes, 13 de agosto 2024, 14:15

«Los habitantes de estos pueblos ni se acercan a estas montañas. Les tienen miedo y las consideran malditas». Jaume Peiró es un escalador valenciano de 24 años, en concreto de la Pobla de Vallbona que, junto a otros cuatro españoles, ha aprovechado este mes de julio para conocer un lugar que el hombre no había pisado jamás, en el corazón de África.

Indi Gutiérrez, Miguel Ángel Díaz, Álex González y Manu Ponce decidieron viajar a las profundidades de Angola en busca de nuevos lugares con grandes paredes para escalar. Peiró ha explicado que tenían «muchos puntos marcados en el mapa, pero finalmente decidimos empezar por Cumbira, en la provincia de Kwanza Sul, a ocho horas al sur de la capital. Sabíamos que allí encontraríamos grandes paredes, pero la realidad superó con creces lo que imaginábamos».

En este rincón del continente africano se encontraron con enormes moles de granito, de entre 200 y 400 metros, en medio de frondosos bosques llenos de animales exóticos. En sus primeras aproximaciones a las paredes, machete en mano, se dieron cuenta de que había que ser cautelosos: «Grandes escorpiones, mambas negras y serpientes nos acompañaron desde el principio hasta el final de la jornada. Uno de los mayores desafíos de esta aventura fue abrir los caminos hasta la base de las paredes. Haciendo relevos, abríamos metro a metro hasta llegar al punto que elegíamos como inicio».

El lugar, según ha seguido explicando Peiró, contaba tan solo con dos o tres vías de varios largos. De estas, la única que se repite, con largos de V de adherencia, sube a la cima del Cunduvile: «Tuvimos la suerte de ser de los primeros en llegar a este lugar, con todas las paredes por explorar. Por ello, desde el principio nos propusimos subir al mayor número posible de cimas nuevas».

Han agradecido la ayuda de Nathan de Climbing Angola y de Lucho y Javi de la organización Climbing for a reason: «La comunidad local, en especial los niños con los que trabaja la organización, nos ha ayudado desde que nos levantábamos hasta que regresábamos a través de la densa vegetación. Ellos nos acompañaban por la selva hasta la base de las paredes y, en ocasiones, nos esperaban hasta que terminábamos. Es una comunidad muy humilde que nos ha acogido con los brazos abiertos sin pedir nada a cambio. Los niños alucinaban con todo lo que hacíamos», ha afirmado. Éste ha sido uno de los momentos que más recuerdan de todo su viaje.

Como balance de su expedición, en total han abierto siete vías nuevas en seis cimas diferentes, dos de ellas sin haber sido escaladas antes y han sumado casi 2.000 metros más de escalada en Angola «que nos han hecho sudar metro a metro». En concreto han escalado los picos de Bon Día Boa Noite (Hande), Pluchitos (Hande), Vuelta al armario por vacaciones (Cunduvile), Quero verte Você (Primera ascensión al Wende), Raízes (Primera ascensión al Leca), Os Mulatos (Primera ruta en el Cawanji) y Fumaça Densa (Nhenje).

Peiró ha afirmado que se sienten «muy contentos con lo que hemos logrado y, sobre todo, con la experiencia que nos llevamos del pueblo de Cumbira. Fueron semanas de mucho aprendizaje, en las que llegamos a sentirnos cómodos en un terreno salvaje y lleno de sorpresas».

Finalmente ha querido agradecer «enormemente la labor que está realizando Climbing for a Reason en este lugar. Han dado vida y mucha ilusión a gran parte de la población del pueblo, especialmente a los niños. Estamos seguros de que pronto este lugar será visitado por gente de todo el mundo, y ellos están preparando y enseñando a sus habitantes lo que se puede hacer en su 'jardín'.»

Tras este viaje, Peiró se va a centrar en seguir desarrollando la sala de escalada que acaba de abrir en Madrid. La aparición de esta especialidad en los Juegos Olímpicos ha provocado que haya una gran demanda para practicarla.

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