ISABEL DOMINGO
Lunes, 26 de septiembre 2016, 21:11
Vuelta a la universidad y regreso a la rutina diaria, incluidas las demoras en los trenes de Cercanías de la línea C-6 que cubre el trayecto entre Valencia y Castellón, en obras desde hace un año para implantar el tercer carril del corredor mediterráneo y sin fecha prevista de puesta en marcha a pesar de que el compromiso inicial del Ministerio de Fomento era diciembre de 2015.
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Una situación que obligó a la compañía ferroviaria Renfe, dependiente de Fomento, a poner en marcha un refuerzo de autobuses lanzadera ante el incremento de las quejas de los usuarios. Este servicio se va a prorrogar de nuevo, al menos, hasta finales de año, ya que Renfe ha licitado un contrato para el desplazamiento entre las estaciones de Valencia y Castellón por trabajos de infraestructura en el corredor mediterráneo. Las propuestas recibidas para un contrato por valor de 245.724 euros (sin impuestos) se encuentran actualmente en evaluación.
La compañía ha activado el plan alternativo de transporte por carretera en dos ocasiones: en primer lugar, entre septiembre y diciembre del año pasado, para cubrir los trenes suprimidos por los trabajos en vía; en segundo, cuando la presión de los usuarios (que incluso llegaron a recoger firmas) y de la Conselleria de Obras Públicas se incrementó por los continuos problemas y se creó una comisión mixta de trabajo. En este caso, que sigue vigente, los vehículos sirven para reforzar las horas punta de la mañana y de la tarde.
Sin embargo, para los estudiantes de la UJI de Castellón esos autobuses lanzadera son «insuficientes, como ya se vio el curso anterior», explicó ayer la portavoz del Consell del Estudiantat de esta universidad, Celia Julián, que avanzó que hoy está previsto remitir una petición a Renfe para que incremente el número de autobuses y agilice el ritmo de las obras.
«Los autobuses van llenos porque la gente prefiere desplazarse así y no coger el tren. Si lo cogen, llegan tarde por más que madruguen», lamentó Julián. También recordó que la situación afecta no sólo a los estudiantes sino también a los profesores de la UJI y a los trabajadores que se desplazan hasta Castellón o viceversa.
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Junto a esa petición para Renfe, que ya ha vuelto al horario habitual tras los meses de verano, también han trasladado otra a los decanos del centro universitario para paliar los efectos de los retrasos en las jornadas de estudio.
Así, han solicitado que se envíe un correo electrónico a los profesores para que permitan entrar a clase a los alumnos que lleguen con diez o quince minutos de retraso por motivos de transporte, por lo que se pedirá que aporten el billete. «Acabamos de arrancar pero cuando lleguen las prácticas o los exámenes, el perjuicio será mayor», apuntó la representante del Consell del Estudiantat.
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