La falta de experiencia del capitán y el primer oficial propició el hundimiento de un barco que dejó dos muertos en Castellón

Un informe de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos ha concluido que el hundimiento de un barco que tuvo lugar en el puerto de Castellón en 2021, y donde fallecieron dos personas, se atribuiría a la falta de experiencia del capitán y del primer oficial.

Los hechos tuvieron lugar durante el proceso de carga del Nazmiye Ana, el 28 de mayo de 2021. La embarcación, según el informe, estaba registrada en Panamá y llegó al puerto de Castellón un día antes de que el navío se hundiera y de que dos trabajadores de la tripulación resultaran heridos, que finalmente fallecieron.

El documento aborda varias carencias, como las malas condiciones laborales del personal, pero también concluye en que la falta de experiencia de los máximos responsables habría sido decisiva en el fatal desenlace. De hecho, el documento indica que el barco no contaba con el permiso necesario para la carga que tuvo que soportar en la cubierta.

Es más, el informe precisa que el “capitán y el primer oficial tenían una experiencia limitada en este buque, y ninguno había navegado en él con carga en cubierta” y añade que el buque no estaba autorizado para llevar contenedores de carga en la cubierta.

Por ello, “el libro de estabilidad” del barco “no incluía condiciones de carga con esta distribución, que eran las más críticas por tener la posición del centro de gravedad más elevada”. Pese a todo, indica que era “posible realizar los cálculos con el libro de estabilidad disponible a bordo, si el buque hubiera estado autorizado a llevar contenedores en cubierta y el libro hubiera tenido datos de una situación de carga similar, entonces las posibilidades de errar en el desarrollo de los cálculos se habrían visto reducidas”.

Pero el primer oficial, responsable de estas cuestiones, “tenía una experiencia muy limitada en el ejercicio de las funciones que desempeñaba a bordo del Nazmiye Ana”. Pero la falta de medios a bordo también fue determinante, como indica el estudio: “No había un ordenador con software específico para realizar los cálculos de estabilidad, que habría facilitado la obtención de unos parámetros de estabilidad más ajustados a la realidad y con menor probabilidad de error”.

El informe incide en que el “capitán y el primer oficial realizaban largas jornadas de trabajo. El primer oficial llevaba más de seis meses sin desembarcar y ambos eran los únicos que podían ejercer las guardias en la navegación, siendo además los responsables de las operaciones de carga y descarga.

“En un buque como este, que se dedica a navegaciones cortas con muchas entradas y salidas de puerto, significa la imposibilidad práctica de cumplir con los horarios estipulados de descanso”, añade el informe

La investigación realizada por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos explica, además, que desde el año 2018 el buque Nazmiye Ana fue visitado por inspectores de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés), en seis ocasiones en Rusia, Turquía Croacia, Grecia e Italia, encontrándose deficiencias relacionadas con las condiciones de trabajo a bordo. “En algunas ocasiones la inspección fue a requerimiento de la tripulación por impago de salarios”, apostilla la investigación. El barco fue construido en el año 1986 en Alemania.

Los hechos se produjeron en la tarde del 28 de mayo de 2021, cuando el buque mercante se encontraba realizando operaciones de carga, atracado en la terminal Noatum del puerto de Castellón. A las 20:35 horas, después de que la grúa del puerto cargara sobre cubierta el último contenedor que figuraba en el plan de carga, el mercante comenzó a escorar a estribor sin detenerse, por lo que el personal de la empresa estibadora y los tripulantes que se encontraban a bordo pasaron al muelle o saltaron al agua.

El buque terminó dando la vuelta. Dos trabajadores de la empresa estibadora resultaron heridos, teniendo que ser trasladados al hospital para recibir atención médica. Un tripulante y un estibador no pudieron saltar al muelle y quedaron atrapados bajo el agua, por lo que se desplegó un dispositivo de búsqueda en el que estuvieron involucrados el grupo de actividades subacuáticas de la Guardia Civil y buzos de Sasemar1 durante varios días.

El cuerpo del tripulante fue recuperado el día después de que se produjera el accidente. El cuerpo del estibador se recuperó doce días después del accidente, una vez que el buque fue sacado del agua. El buque fue declarado pérdida total y se procedió a su desguace.

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