Los padres de una bebé que quedó ciega tras nacer denuncian a Sanidad por una posible negligencia médica

Asia tiene un año y medio de edad y sufre una ceguera total. Nació el 7 de diciembre de 2023 en el Hospital General de Castellón de manera prematura, con 28 semanas. Su madre presentaba una infección y los médicos aconsejaron provocar el parto para evitar contagiar a la bebé.

Tras realizar el tratamiento protocolizado, el parto se produjo sin ninguna complicación y la niña nació bien, con el peso bajo, algo normal por nacer antes de tiempo, y fue ingresada en la UCI de Pediatría y posteriormente en la Unidad de Neonatología.

Estando allí, los padres observaron que la pequeña tenía una mancha en el ojo y los médicos detectaron que se trataba una retinopatía del prematuro, una enfermedad del ojo que afecta a los bebés prematuros que reciben cuidados intensivos neonatales y que requiere de tratamiento para evitar la ceguera.

Durante el tiempo que estuvo ingresada en Neonatología consta una única valoración de fondo de ojo, sobre la que posteriormente se incidió y no se realizó seguimiento alguno, sin que aparezca ninguna referencia más sobre esta cuestión durante todo el ingreso y tampoco en el alta hospitalaria hay referencia alguna a revisión oftalmológica.

Fue al estar ya en casa cuando los padres observaron que a la bebé le pasaba algo en la vista y en una de las revisiones en el hospital, la madre comentó a la pediatra su preocupación por  «unos circulitos» que tenía en los ojos. La pediatra la exploró y no le dio la mayor importancia. 

La preocupación persistía por la mancha blanca que presentaba la niña y los padres acudieron al centro de salud de referencia desde donde fue derivada al Hospital de Castellón. Allí ya se sospechó de la gravedad del problema y se diagnosticó la presencia de una leucocoria bilateral. Se le concertó cita de manera urgente al Hospital la Fe, donde se confirmó que Asia presenta una retinopatía de la prematuridad estadio V bilateral, la más grave e irreversible.

Tras conocer el pronóstico y conociendo lo acontecido, los padres consideran que pudo cometerse una negligencia médica con su bebé. Que hubo una falta de control, tratamiento y seguimiento de la patología ocular que estaba sufriendo su hija y que, fruto de esa negligencia, ha quedado ciega. Es por ello que han presentado reclamación patrimonial contra la Conselleria de Sanidad a través de los servicios jurídicos de la Asociación El Defensor del Paciente y la letrada Ica Aznar.

En la reclamación presentada aportan un informe pericial con el que pretenden demostrar que de haberse tratado a tiempo, la menor no habría quedado ciega. «La retinopatía de la prematuridad tiene tratamiento efectivo que impide su progresión a formas graves» y entre esos tratamientos están el láser, la crioterapia, inyecciones para reducir el crecimiento anormal de los vasos e incluso cirugía.

Se resalta el riesgo de presentar esta enfermedad en niños prematuros como Asia y que según los Protocolos Diagnósticos Terapéuticos de la Asociación Española de Pediatría se deben realizar controles seriados de retinopatía del prematuro en este caso. «La ceguera de Asia pudo y debió evitarse, simplemente con haber adoptado las mínimas y elementales normas de cuidado».

Según explica la abogada, la reclamación se interpuso el pasado mes de diciembre pero no ha sido hasta ahora cuando se ha admitido a trámite por parte de la administración apelada. «Ahora quedan unos doce o quince meses de tramitación administrativa y una vez sepamos si se admite o no, actuaremos y decidiremos si acudir a la vía judicial», explica la representante legal de la familia.

Sobre la indemnización que los padres de Asia solicitan asegura que no han determinado aún la cuantía «pero teniendo en cuenta que la menor va a ser una persona ciega, dependiente para muchas de las actividades de su vida, que precisará un largo periodo de aprendizaje para poder realizar una vida lo más normal posible, que no podrá realizar la gran mayoría de profesiones, que precisará de adaptación de vivienda, no podrá conducir… indudablemente la cuantía a reclamar será muy elevada».

Sólo apunta un dato: «únicamente por la secuela de ceguera, aplicando el baremo que establece la ley sobre indemnizaciones de accidentes de tráfico, la cuantía asciende a 592.264,2 euros, a lo que habría que añadir el resto de los conceptos».

No obstante añade, y así se indica en la reclamación presentada, que se produjo lo que la jurisprudencia considera como «un daño desproporcionado» y que la Administración «debe dar alguna explicación lógica a esta situación».

«No es admisible que una niña que, pese a nacer prematura, presenta una evolución buena, pero sobre la que hay que mantener una serie de cautelas y la presencia del problema ocular está perfectamente descrito en estas situaciones y debió valorarse y atenderse».

Desde Conselleria no han querido pronunciarse sobre este caso, al ser un asunto que está en vía administrativa y que, indican, se resolverá por los procedimientos establecidos.

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